30 January 2009

“OVNIS FORTUITOS, o FANTASMAS”: la búsqueda desesperada porque haya lo que no hay.


Hace tiempo considerable –diríase que desde inicios de la década de los años 1990 y aún antes—que el tema OVNI como tal, conoció un descenso no sólo en la atención de los medios de comunicación, sino en las denuncias por parte del público, como no se dio nunca antes.

Tan es así, que esto aparece  corroborado por la cantidad de organizaciones privadas antes existentes, que dejaron de funcionar.  

También a nivel oficial se produjo ese movimiento.

Así lo hizo el GEIPAN francés, que en 2006 decidió abrir totalmente sus archivos al público.

Excepcionalmente este organismo ha mantenido como válido un caso altamente discutible y que en lo personal considero que no tiene nada de extraordinario si se le analiza a fondo, cual es el ocurrido en Trans-en-Provence el 8 de enero de 1981.-  

El Reino Unido también abrió su archivo de casos, y además concluyó luego de décadas de investigación y estudio, que no existía justificación para que las Fuerzas Armadas continuaran considrando el tema, por lo que pusieron fin a sus actividades en 2007.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, marcó el camino a seguir cuando en 1968, cerró definitivamente toda actividad de investigación de las denunicIas de OVNI.

Agotados –o casi— dos sub-especies añadidas al tema, o derivadas del mismo, como lo fueron primeramente las mutilaciones de ganado y más tarde las abducciones, prácticamente el panorama quedaba vacío.

Entonces ¿cómo seguir justificando la existencia de grupos privados o de individuos que se autotitulan de “investigadores” del tema, cuando sólo son recopiladores de denuncias?.  ¿Cómo seguir gravitando socialmente cuando hay un silencio tan atroz de los otrora andariegos “extraterrestres”?. ¿Qué hacer para recuperar terreno y para agitar nuevamente un tema descaecido al cual los inmorales han desacreditado?

En un momento donde la Internet es el medio de comunicación más eficaz que jamás haya existido en el mundo, y en que casi cualquier persona dispone de una cámara digital o de un teléfono móvil equipado con cámara, ¿puede extrañar que el ámbito cibernético se haya constituído ahora en refugio de “ovnis” invisibles, y fértil terreno para la especulacion y explotación de ingenuos?

¿Acaso no habría ámbito mejor para difundir falsedades con apariencia de realidad?

Ya no hay nada que ver en el cielo, pero….¡hay mucho para ver en You-Tube o para leer en la Internet!

Leer centenares de denuncias jamás investigadas ni analizadas, por ejemplo.

Y ver, ver hermosos y muy bien realizados videos utilizando gráficas de computación, donde aparecen extraordinarios aparatos volantes.

Y fotografiar o videoregistrar el cielo al atardecer, o de noche, y encontrarse al pasar la foto por la computadora o laptop, que aparecen una serie de “objetos” circulares que no se vieron a simple vista.

O acaso también al ver la foto en la pantalla, darse cuenta de que aparecen unos trazos, a veces algo oblícuos, otras veces rectos y con ciertas protuberancias geométricamente dispuestas en forma regular-

Y todo esto, se mete en esa gran bolsa rotulada “OVNI”,  y seguimos con la farsa.

Porque quienes denuncian como OVNIs simples aviones o pájaros surcando el cielo, pero fotografiados o filmados fuera de foco, y moviendo la cámara de video para que parezca que hacen extrañas maniobas, son infames.

Y quienes convocan a la gente a que salga con sus cámaras  y fotografíe el cielo,  para sorprenderse luego de ver aparecer “OVNIs” cuyos ojos no captaron,  al pasar las fotos a las computadoras, carecen de la ética más elemental como para que aún se tolere que se auto-titulen de investigadores.

Simplemente son tramposos concientes, que están explotando la credulidad e inocencia de la gente.

Al pueblo hay que educarle e ilustrarle. Al pueblo hay que orientarle y decirle la verdad.

Un auténtico trabajo de investigación es capaz de desenmascarar toda esa fantochada, y de tirar abajo esos inexistentes “OVNIs”, especialmente cuando la sigla se ha transformado para el grueso del público en sinónimo de  “nave extraterrestre”.

Hay entonces que decirlo bien claro y contundenmente: No señor, no señora, no jóvenes, lo que Uds. no vieron pero aparece luego en la foto NO SON NAVES y menos EXTRATERRESTRES.

No se dejen engañar, ni caigan Uds. en la trampa, simplemente por no saber a qué atribuir lo que sorpresivamente acaban de encontrar en las pantallas de sus PCs o sus laptops o notebooks.

Cuando alguien fotografía o filma algo que considera es extraño, lo primero que tiene que hacer  NO ES publicarlo en YouTube, o ponerlo en la  Internet.  Tiene que acudir a una institución oficial o privada que le merezca confianza por la seriedad  y las bases científicas con que encare su trabajo, y alli presentarse con su material y someterlo al análisis de expertos.

Sólo después, si no hay ninguna explicación racional y lógica  para lo que aparece en la foto o video, si los investigadores consideran que eso es un objeto volador no identificado, entonces, el propietario de la foto o video puede exhibirlo al mundo por YouTube o la Internet como ejemplo de algo extraño. ¡Pero no antes!


Entendámoslo bien claro:  los videos y/o fotos de "ovnis" que hoy se ofrecen tan generosamente y que tanta gente va a buscar y a ver en YouTube o en una página web o un blog, son "información basura".  Eso es basura pura. No sirve para nada más allá de --si acaso-- entretener a ignorantes.

Milton W. Hourcade




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