Por Seth Shostak, Astrónomo Superior
La Tierra, ¿está
siendo visitada por alienígenas del espacio? Mucha gente piensa que si, aunque
pocos de ellos son científicos. Los investigadores profesionales no son
fácilmente persuadidos por el testimonio de testigos, fotos borrosas o
declaraciones de que los alienígenas itinerantes ha sido ocultados por un
gobierno paranoico.
Dicho más
sucintamente, la academia no le da nada de crédito a las incesantes
declaraciones de que algunos miles de OVNIs vistos cada año, son realmente
aparatos extraterrestres. Pero al menos un científico ha declarado recientemente
que la multitud que lleva portapapeles debería estar un poco menos segura.
El científico es Silvano Colombano, un experto en computación y roboticista
del Centro de Investigación Ames de la NASA en el corazón del Silicon Valley.
Él fue un presentador en la conferencia sobre nuevos enfoques en búsqueda de
inteligencia extraterrestre (SETI) que se llevó a cabo a inicios del año pasado
en el Instituto SETI en Mountain View, California. Colombano dice que las
actitudes escépticas de la mayoría de los investigadores puede que sean
demasiado estrechas. Puede que estén tirando al bebé junto al agua del baño.
Él citó este ejemplo: si Ud.se acerca a su profesora de astronomía favorita
y ve qué es lo que ella tiene que decir acerca de la cohetería interestelar, es
posible que mire para arriba. La energía requerida para acelerar una nave
espacial a una velocidad cercana a la de la luz es más grande que toda la que
podríamos extraer de todo lo que queda de combustible fósil en la Tierra. El
viaje veloz entre las estrellas es increíblemente difícil (o imposible), dirá
ella.
Así que olvídense de la idea de pequeños individuos grises pilotando
platillos en nuestro espacio aéreo. Su planeta de origen, doquiera sea que
esté, está demasiado lejos.
Pero hay una suposición aquí, señala Colombano. Específicamente, que los
extraterrestres son biológicos, y requieren un rápido tránsito entre sistemas
de estrellas para evitar morir en la ruta. Este pequeño problema, después de
todo, fue el motivo para el manejo warp (ficticio) de Star Trek.
Sin embargo hay una forma de solucionar eso: quítense la inteligencia que
muere. Cualquiera que no sea un troglodita total sabe que la inteligencia
artificial está en camino. Hacia fines de este siglo, es posible que la cosa más
inteligente en la Tierra sea una máquina. Dado que la mayoría de los sistemas
estelares son miles de millones más viejos que el nuestro, se puede estar
seguro que cualquier habitante inteligente allí hace rato que relegó los
cerebros biológicos a los libros de historia, y son los hogares de muy
inteligente y posiblemente muy compacto mecanismo de pensar.
Como Colombano lo dice en un nuevo artículo académico, “Dada la equitativamente
común presencia de elementos que deben estar implicados en el origen de la vida….es
una presunción razonable que la vida “tal como la conocemos” fue por lo menos
un punto de comienzo, pero nuestra forma de vida e inteligencia puede ser
apenas un minúsculo paso en una continua evolución que bien puede producir
formas de inteligencia que son muy
superiores a la nuestra y no más basadas en “maquinaria” de carbono.
Bueno, una ventaja obvia de una maquinaria no de carbono es que no necesita
ser maldecida con una corta vida (esto a pesar de la experiencia que Ud. haya
tenido con su laptop). Aparatos verdaderamente sofisticados pueden repararse a
sí mismos. Consecuentemente, pueden viajar
grandes distancias simplemente porque no tienen apuro en llegar a
destino.
Esto tiene una profunda consecuencia.
La Tierra ha estado girando alrededor del sol por más de 4 mil millones
de años. Aún a la modesta velocidad de un cohete de la NASA eso es más que
tiempo suficiente para llegar a nuestro planeta desde cualquier parte de la
Galaxia Vía Láctea. Si a los pasajeros no les preocupa pasar miles de millones
de años en un asiento del medio, lo pueden hacer. Máquinas compactas no tomarán
mucho espacio y no se quejarán del largo tiempo de viaje.
Entonces, ¿qué debemos concluir? Claramente, es posible que alguna
inteligencia extraterrestre haya decidido venir a nuestro sistema solar y
marcar la Tierra en su lista. Hacer eso no viola la física. Esto puede haber
sucedido hace 100 millones de años o mil millones de años, y no lo sabríamos.
Pero el pensamiento que más apela a muchas personas es que estamos siendo
visitados ahora. Por supuesto, un científico considerará tal sugerencia de
interés sólo si puede ser corroborada por observación. Las ideas brillantes son
lindas, pero la evidencia manda.
Así que Colombano sugiere que computadoras gigantes se apliquen a hallar
tal evidencia entre las miles de observaciones de OVNIs. Quizás haya una pepita
de oro entre todas esas denuncias. Como señala Colombano, si hay algo para ser
descubierto, no lo vamos a encontrar hasta que lo busquemos.
Este artículo fue originalmente publicado en nbcnews.com.
Mi comentario:
1) En primer lugar agradezco a Seth Shostak, Astrónomo y persona
comprometida con la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) por vías más
racionales que la febril imaginación del Sr. Colombano.
2) Colombano no es un astrónomo –ni siquiera aficionado. Es un experto
en computación y robótica. Su mundo es el de la inteligencia artificial.
Pretender que ésta supere la inteligencia del ser humano, es tener en muy poca
cosa al ser humano mismo. La máquina
nunca podrá superar la capacidad y el ingenio creativo humanos, y jamás podrá
llegar a sentir pena, alegría, y sobre todo, amor.
3) El argumento de
Colombano puede aceptarse siempre y cuando que una civilización inteligente
haga lo mismo que estamos haciendo nosotros enviando sondas a Marte y otros
destinos espaciales, para explorar y obtener información valiosa. O sea, las
máquinas nos sirven para no arriesgarnos desde el inicio a ir a otro lado,
antes de conocer bien cuáles son las condiciones naturales de un planeta. Pero
se requiere una mente pensante que planee el envío de sondas o aparatos
exploradores, y eso como parte de un plan. No vamos a ir a otro planeta, --no
importa qué distante esté—con el sólo propósito de hacer turismo, o por
satisfacer una simple curiosidad. Y aún así, habría alguien que tiene un
interés. De lo contrario, viajes interestelares de cientos o miles de años, no
tienen absolutamente ningún sentido.
4) Ya entrando en el tema
OVNI en sí, del cual Colombano no tiene al parecer la menor idea, es necesario
establecer desde el inicio, que de nada sirve –del punto de vista
científico-- considerar o trabajar con
“miles de observaciones”, porque la cuestión no es cantidad, sino calidad.
La experiencia de los
investigadores serios sobre el tema es que cuando se investigan las
observaciones, se termina dando a las mismas una explicación en el 99% a 99,5%
de las “denuncias de OVNI”. De modo que Colombano debería considerar esta
realidad. Tal vez entonces se dé cuenta que no necesitará “computadoras
gigantes”, y es altamente posible que no encuentre ninguna “pepita de oro”.
Además, buscar algo cuya
procedencia pudiese ser de miles o millones de años, no afecta nuestra
cotidianidad para nada. Otra cosa es pensar en un origen cercano y relevantes
acontecimientos actuales. Pero hace ya un buen rato que los
“extraterrestres” han dejado de volar
sus aparatos, y sólo se coleccionan fotos y videos de objetos convencionales a
las que entusiastas de lo ET les atribuyen de buena fe una identidad que no tienen,
o bien trucos hechos deliberadamente para seguir manteniendo un grupo de
adherentes al mito.
Milton W.Hourcade