17 June 2014

VIGILANCIA SECRETA DE UFÓLOGOS: El diario de un Fox Mulder de la Vida Real - El Ministerio de Defensa y la Vigilancia

por Nick Pope



El 10 de Abril de este año, la publicación británica en línea “NEON NETTLE” publicó un artículo este autor.


La gente y las comunidades de teorías de la conspiración a menudo declaran que el gobierno les mantiene bajo vigilancia. El debate ha devenido más agudamente enfocado recientemente, luego de revelaciones del informante de la NSA Edward Snowden,  y la resultante tormenta en los medios respecto a vigilancia oculta, intercepción de comunicaciones, y el estado secreto, más genéricamente.


Pero, ¿hay alguna verdad en todo esto?  El Ministerio de Defensa [británico, N. del T.] ¿ha mantenido alguna vez un control sobre los ufólogos? Bueno, en realidad -¡sí! Hubo tres facetas de esto, y tengo conocimiento directo y experiencia en todas ellas, de mi tiempo en el proyecto OVNI del Ministerio de Defensa.

La primera faceta fue la comprensible necesidad de echar un vistazo a aquellos ufólogos que estaban teniendo gran interés en bases militares. Era inconcebible que alguien pudiera usar la ufología como cobertura para actividades relacionadas con terrorismo o espionaje, quizás integrándose dentro de una organización para los OVNIs. Si se encontraba a alguien tomando fotos con teleobjetivo de una base militar, pero declaraba que su único interés era verificar rumores de que Ovnis caídos o cadáveres de alienígenas eran mantenidos allí ¿qué teníamos que hacer? Decir: “Oh, está bien entonces”, y dejarle ir, ¿o investigarle? Lo último, obviamente. Más de un ufólogo bien conocido cayó en manos de la Policía del Ministerio de Defensa , al merodear bases sobre las que había rumores de una conexión con los OVNIs, tales como la de la Real Fuerza Aérea en Rudloe Manor, en Wiltshire.

La segunda razón para monitorear la actividad de los ufólogos tuvo que ver con el hecho de que la comunidad OVNI tiene un interés muy grande en prototipos secretos de aviones y drones, la observación de los cuales a veces genera denuncias de OVNIs. Había particular preocupación si por ejemplo, los ufólogos declaraban que tenían copias de documentos secretos. Mi forma de mantener una mirada atenta a todo esto fue suscribirme (usando un nombre falso y una casilla de correo) a varias revistas y publicaciones sobre OVNIs. No era tan obvio como “Sr. Juan Smith, Casilla de Correo 007, Central del Gobierno”, y creo que lo logramos, hasta la reciente y completa desclasificación y liberación al público de los archivos sobre OVNIs del Ministerio de Defensa, cuando emergió la verdad. Pero los más importantes medios se perdieron o ignoraron la historia. Paralelamente con esto, antes que mi rostro fuese conocido, asistí encubiertamente a varias conferencias sobre OVNIs, y presenté informes a la Oficina de Inteligencia de Defensa del Ministerio de Defensa. Por lo menos a uno de esos informes se le quitó el secreto y fue dado a conocimiento público, pero, otra vez, los medios en cierta manera se perdieron el significado de esto.

La faceta final de esta vigilancia oficial fue la de más baja tecnología, y simplemente implicó llegar a varias organizaciones sobre OVNIs e investigadores individuales, pidiéndoles enviar material que pudiera ayudarnos a una mejor determinación de la materia con la cual estábamos tratando, en relación el fenómeno OVNI. Esto pareció una forma sensata de obtener una comprensión más completa acerca de qué tipo de información podía estar circulando, y no hubo nada particularmente deshonesto en esto.  A menudo implicó acordar tener almuerzos con los ufólogos, o pedirles que nos enviaran archivos de casos de modo que yo pudiera darles un vistazo. La gente en general se sentía entusiasmada y halagada de que el Ministerio de Defensa tuviera interés en su trabajo, y difícilmente tuve alguna vez algún problema en obtener lo que quería. Rara vez hubo algún problema colateral, aunque en una ocasión recuerdo una enorme deserción en filas de la Asociación Británica para los OVNI [BUFORA – N. del T.] cuando alguien descubrió que sus principales dirigentes habían enviado sus archivos de abducciones por alienígenas al Ministerio de Defensa.

¿Continúa esa vigilancia ahora que el proyecto OVNI del Ministerio de Defensa ha sido terminado? Y ese monitoreo ¿va más allá de la ufología, a la más amplia comunidad de teorías conspirativas y creencias alternativas? Ahora que no estoy en el gobierno, no lo sé. Y si lo supiera, probablemente no podría decirlo.

Nota: Las letras en negrita dentro del texto, son de mi responsabilidad, para subrayar la forma en que trabaja la inteligencia militar y el hecho de que alguien que perteneció a la misma nunca dirá lo que no está autorizado, y si dice algo, o le autorizaron o le pidieron que lo dijera. -  Milton W. Hourcade

 

Secret Surveillance Of Ufologists: Diary of A Real-Life Fox Mulder - Ministry Of Defence And Surveillance

by Nick Pope
10th April, 2014



People in the UFO and conspiracy theory communities often claim that the government keeps them under surveillance. The debate has come more sharply into focus recently, following revelations from NSA whistleblower Edward Snowden, and the resultant media storm over bugging, interception of communications, and the secret state more generally. 


But is there any truth in this? Has the Ministry of Defence ever kept tabs on ufologists? Well, actually – yes! There were three strands to this, and I have direct knowledge and experience of all of them, from my time on the MoD’s UFO project.

The first strand was the understandable need to check out ufologists who were taking a close interest in military bases. It wasn’t inconceivable that someone could use ufology as a cover for terrorism or espionage-related activity, perhaps embedding themselves within a UFO organisation. If someone was caught taking long-lens photos of a military base, but claimed their only interest was in checking out rumours that crashed UFOs or alien bodies were being kept there, what were we to do? Say, “Oh, that’s all right then”, and let them go, or check them out? The latter, obviously. More than one well-known ufologist has fallen foul of the Ministry of Defence Police around bases rumoured to have a UFO connection, such as RAF Rudloe Manor in Wiltshire.

The second reason for monitoring the activity of ufologists had to do with the fact that the UFO community takes a close interest in secret prototype aircraft and drones – sightings of which sometimes generate UFO reports. There were particular concerns if, for example, ufologists claimed to have leaked copies of classified documents. Clearly such claims couldn’t be ignored, and needed to be investigated. My way of keeping an eye on all this was to subscribe (using a dummy name and a PO Box) to various UFO magazines and publications. It wasn’t quite as obvious as “Mr John Smith, PO Box 007, Whitehall”, and I think we got away with it, until the recently- completed declassification and release of the MoD’s UFO files, when the truth emerged. But the mainstream media either missed or ignored the story. In parallel with this, before my face became known, I attended some UFO conferences covertly, and submitted reports back to the MoD’s Defence Intelligence Staff. At least one such report has now been declassified and released, but again, the media somehow missed the significance of this.

The final strand of this official surveillance was the most low-tech, and simply involved my reaching out to various UFO organisations and individual researchers, asking them to send me material that might help us make a better determination of what we might be dealing with, in relation to the UFO phenomenon. This seemed a sensible way to gain a fuller understanding of what data might be out there, and there was nothing particularly underhand about this. It often involved arranging lunches with ufologists, or asking them to send in case files so that I could take a look. People were generally thrilled and flattered that the MoD was taking an interest in their work, and I hardly ever had any problems getting what I wanted. There was seldom any fallout, though on one occasion I recall a huge row breaking out within the ranks of the British UFO Research Association, when somebody found out that one of their key officials had sent their alien abduction case files to the MoD!

Does such surveillance continue, now that the MoD’s UFO project has been axed? And does such monitoring go beyond ufology, into the wider conspiracy theory and alternative belief community? Now that I’m out of government, I don’t know. And if I did know, I probably wouldn’t be able to say so.

Note: The words in bold within the text are of my responsibility just to underline what kind of work one can expect from the military intelligence and how for someone who has been working in that environment it's difficult that could say things that have to be kept secret. What they publicly say is what they are allowed to say or what the are asked to say. - Milton W. Hourcade