04 October 2012

EN EL PRINCIPIO NO HABÍA EXTRATERRESTRES


Para comprender y considerar el valor y las características que algo tiene en su mismo comienzo, es de suprema importancia darse cuenta de la identidad y esencia de ese algo.

Luego pueden sobrevenir otras cosas, desviaciones y distorsiones. Pero ese algo que fue en el principio tiene prioridad sobre todo lo otro que pueda venir después, y debe ser el principal hilo conductor de nuestros pensamientos.

Cuando escribí mi último libro en español: “OVNIs: La Agenda Secreta” en 2000, con una actualización en 2003 que gano el Premio Internacional Zurich otorgado por la “Fundación Anomalía” de España en 2004, y otra actualización en 2007 para la edición uruguaya, no sabía de la existencia de un libro muy importante publicado en 1998, que encontré después en una biblioteca pública.

En ese libro hallé la descripción de la situación psico-social del pueblo estadounidense en 1947, cuando iba a ocurrir la observación de Kenneth Arnold, del 24 de Junio, que tradicionalmente se considera como “el caso que empezó todo”.

He encontrado que el comienzo, el ambiente en el tiempo cuando la gente comenzó a hablar de “patillos volantes” es importante, inevitable, y tiene la máxima prioridad como la piedra angular de todo lo que vino después. Pero lamentablemente, fue deliberadamente distorsionado.

La situación surge de la palabra autorizada de dos prominentes científicos, dos académicos que decidieron considerar el tema OVNI desde sus respectivas disciplinas.

Lo que sigue es –primero que nada—un sumario de los conceptos fundamentales que forman parte del Capítulo 9 del libro, y luego un análisis de lo que los autores dicen.

Lo que me gustaría compartir con ustedes es una sobria y sensata reflexión acerca del tema OVNI, y la misma resulta en una demostración que refuerza las principales conclusiones a las que he arribado, luego de décadas de investigar, estudiar y llegar a explicaciones acerca de muchas de las denuncias de OVNI, así como de un estudio del tema en su conjunto. 

También debo agregar la cantidad de contactos internacionales con los mejores investigadores, la búsqueda de información procedente de diferentes fuentes, las entrevistas con técnicos, la exploración de la Internet, y la lectura de casi 300 libros sobre OVNIs, fenómenos naturales, fenómenos meteorológicos, fotografía, astronomía, aeronáutica, etc.

El libro del que hablo es “UFOs & Alien Contact – Two Centuries of Mystery” (OVNIs & Contacto Extraterrestre – Dos Siglos de Misterio”, 1998, Prometeus Books, Nueva York, 408 páginas, escrito por Robert. E. Bartholomew, investigador de Sociología en la Universidad James Cook en Queensland del Norte, Australia, y George S. Howard, Profesor de Psicología de la Universidad Notre Dame, en Indiana, Estados Unidos.

En el Capítulo 9 del libro, bajo el título “La llegada de la era de los Platillos Volantes” y el sub-título “El contexto especial del Miedo a los Platillos de 1947” los autores escribieron:
“Durante los últimos cincuenta años aproximadamente la teoría popular más común sobre las denuncias de OVNI implica la existencia de extraterrestres. Sin embargo, dada la mentalidad estadounidense de la guerra fría, esta visión no estuvo expresada en el tiempo de la ampliamente publicitada observación de “platillos” de Kenneth Arnold. La obsesión estadounidense con la guerra fría y un posible conflicto atómico estuvo reflejada en las explicaciones para las observaciones. El 15 de Agosto de 1947, una encuesta de Gallup reveló que el 90 por ciento de los estadounidenses encuestados estaba al tanto de las observaciones de platillos volantes y la mayoría creía que armas secretas de Estados Unidos o extranjeras, trucos y globos eran los responsables.” 

Sobre el mismo tema, L. Gross, en “UFOs: A History, Volume 1” (OVNIs: Una Historia, Volumen 1”, Julio 1947-Diciembre 1948 (Scotia. N.Y. Arcturus Books, 1982, p. 30) dice: “Nada [en la encuesta] fue dicho acerca de “visitantes alienígenas”, ni siquiera un medible 1 por ciento jugó con el concepto.” 

Y ahora viene lo que para mí es la parte más importante de lo que estos eruditos tienen que decir acerca del proceso que comenzó la tendencia hacia los extraterrestres.

Necesito reproducir en su extensión lo que los autores dicen porque es una pieza única, una joya, algo de sobresaliente relevancia:

“La noción común de que los platillos volantes representaban un arma secreta de Estados Unidos o extranjera continuó dominando la opinión pública a través de Mayo de 1950, cuando apareció una encuesta del Public Opinion Quarterly. Del 94 por ciento de los estadounidenses encuestados que habían oído de los “platillos volantes” la mayoría (23 por ciento) creía que eran aparatos militares secretos. Sólo el 5 por ciento los ubicó en la categoría de “cometas, estrellas fugaces; algo de otro planeta”. Posteriormente en 1950 la explicación de arma secreta cambió drásticamente a una explicación extraterrestre, y ha permanecido así desde entonces. La principal razón para este cambio de actitud fue la publicación de varios libros populares y de artículos en revistas hablando a favor de la hipótesis extraterrestre. El exitoso libro The Fying Saucers Are Real (Los Platillos Volantes son Reales) de 1950, por el Mayor retirado del Cuerpo de Infantería de Marina Donald Keyhoe, es un ejemplo. Behind the Flying Saucers – Detrás de los Platillos Volantes (1950) de Frank Scully declaraba que extraterrestres de un platillo que había caído eran mantenidos en una instalación militar secreta de Estados Unidos. El libro vendió 60 mil copias y luego se reveló que era una patraña. En The Riddle of the Flying Saucers: Is Another World Watching?– El Acertijo de los Platillos Volantes: ¿Nos Observa Otro Planeta?(1950), el escritor de ciencia Gerald Heard declaraba que “abejas” extraterrestres eran responsables de las denuncias de observaciones. Como resultado de esos libros y los continuados relatos de observaciones en la prensa, pronto aparecieron una cantidad de artículos populares en revistas tales como Life, Look, Time, Newsweek y Popular Science, típicamente enfatizando la hipótesis extraterrestre. Dese el punto de vista de la literatura popular, es interesante que entre 1947 y Enero 9 de 1950, The Reader’s Guide to Periodical Literature (La Guía del Lector de Literatura Periódica) hace una lista de ocho artículos sobre platillos volantes en revistas. Sin embargo, reflejando la creencia popular del período, esos artículos estaban en una lista bajo los títulos de “Ilusiones y Alucinaciones”, “Aeronáutica”, “Aeroplanos”, y “Globos-Uso en Investigación”. Comenzando en 1952, y continuando hasta el presente, la teoría extraterrestres se solidificó como el motivo dominante en presentaciones de OVNI en películas y televisión.” (páginas 191 a 193).

Análisis del Capítulo 9

1947 es un año clave en la vida de los Estados Unidos de América. Es cuando el Cuerpo del Ejército del Aire se separa del Ejército para pasar al ser la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Es también –dado el ambiente de confrontación entre el bloque occidental y el soviético-- el año de la creación de la Agencia Central de Inteligencia.

Estos dos aspectos reflejan la enorme preocupación y el temor que había en Estados Unidos de una infiltración de agentes soviéticos en la sociedad, así como de un repentino ataque con bombas atómicas. Eso dio razón para el surgimiento de las dos instituciones señaladas en el párrafo anterior.

Los autores describen  muy bien esa situación en el primer párrafo del Capítulo 9.
Por lo tanto, la ocurrencia del caso Arnold debe considerarse en medio de ese particular ambiente.

Arnold declaró a la A.P. en Junio 26 que él hizo saber de su observación, superando un posible ridículo, “por razones patrióticas”. Él pensó que lo que había visto eran “misiles guiados”.

La declaración tira abajo inmediatamente cualquier explicación de que lo que Arnold vio fuese un fenómeno natural. Él era un experimentado piloto privado. Él pensó que lo que vio era producto de alguna tecnología; un producto que era “guiado” como él dijo, porque los nueve objetos volaban en formación, uno detrás del otro.

Una clara señal del temor durante la Guerra Fría fue que aún el FBI comenzó una especie de “cacería de brujas” investigando los antecedentes de simples ciudadanos que declaraban haber visto “platillos volantes”.

Esta especie de paranoia también fue aplicada a ciertas instituciones dedicadas a investigar el tema OVNI, como se hizo con la Aerial Phenomena Research Organization – Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos (APRO)  fundada por Jim y Coral Lorenzen que fue la primera institución privada creada en Estados Unidos.

Pero la cosa más destacada es lo que el pueblo estadounidense pensaba sobre los “platillos volantes”. La encuesta hecha el 15 de Agosto de 1947 reveló que el 90% de las personas pensaba que los platillos volantes eran armas secretas, trucos o globos. No había siquiera un 1% que jugara con el concepto de “visitantes alienígenas”.

Hallo que esto es contundente. Nadie, absolutamente ni uno, dos meses después del caso Arnold pensaba siquiera remotamente en extraterrestres. “Armas secretas de Estados Unidos, trucos o globos”. Esas eran las ideas que manejaba la gente tratando de explicar lo que se veía en el cielo.

Y esta forma de pensar se mantuvo firme tres años después del caso Arnold, como lo reveló otra encuesta llevada a cabo el 15 de Mayo de 1950.

Por primera vez, esta segunda encuesta ofrece la idea de “algo de otro planeta” lo cual recibe un magro 5% de respuestas. Otras posibilidades de esta encuesta eran “cometas, estrellas fugaces”.
Pero esta encuesta estaba probando las aguas.

Porque a partir de esos resultados habrá la elaboración por la inteligencia de varias organizaciones de una estrategia con el específico propósito de cambiar sustancialmente la forma en que la población estadounidense habría de pensar.

Y persiguiendo ese objetivo los mejores aliados serán los medios masivos de comunicación: revistas, libros, películas y la TV.  Será allí donde se llevará a cabo la diseminación de la idea de los “platillos volantes” como aparatos extraterrestres.

Es necesario ver claramente la enorme operación, la vasta maniobra.  El cambio en la manera de pensar no fue espontáneo, no ocurrió por casualidad. Fue el resultado de un esfuerzo deliberado y bien planificado para imponer una idea en las masas.

Sólo la ignorancia acerca de cómo se manejó todo desde 1950 hasta hoy,  puede explicar que la gente no se dé cuenta de que ha sido y continúa siendo masivamente engañada, desinformada y manipulada.

Es por eso que, es sano analizar todo esto para encontrar la verdad detrás de las apariencias; esa agenda secreta que funciona detrás de los artículos en diarios y revistas, detrás de libros y pseudo-documentales mostrados en canales de TV como “Discovery” y el “History Channel” y la producción de seriales de TV y películas. 

Lic. Milton W. Hourcade



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