Para comprender y
considerar el valor y las características que algo tiene en su mismo comienzo,
es de suprema importancia darse cuenta de la identidad y esencia de ese algo.
Luego pueden
sobrevenir otras cosas, desviaciones y distorsiones. Pero ese algo que fue en
el principio tiene prioridad sobre todo lo otro que pueda venir después, y debe
ser el principal hilo conductor de nuestros pensamientos.
Cuando escribí mi
último libro en español: “OVNIs: La
Agenda Secreta” en 2000, con una actualización en 2003 que gano el Premio
Internacional Zurich otorgado por la “Fundación Anomalía” de España en 2004, y
otra actualización en 2007 para la edición uruguaya, no sabía de la existencia
de un libro muy importante publicado en 1998, que encontré después en una
biblioteca pública.
En ese libro hallé la
descripción de la situación psico-social del pueblo estadounidense en 1947,
cuando iba a ocurrir la observación de Kenneth Arnold, del 24 de Junio, que
tradicionalmente se considera como “el caso que empezó todo”.
He encontrado que el
comienzo, el ambiente en el tiempo cuando la gente comenzó a hablar de
“patillos volantes” es importante, inevitable, y tiene la máxima prioridad como
la piedra angular de todo lo que vino después. Pero lamentablemente, fue
deliberadamente distorsionado.
La situación surge de
la palabra autorizada de dos prominentes científicos, dos académicos que
decidieron considerar el tema OVNI desde sus respectivas disciplinas.
Lo que sigue es
–primero que nada—un sumario de los conceptos fundamentales que forman parte
del Capítulo 9 del libro, y luego un análisis de lo que los autores dicen.
Lo que me gustaría
compartir con ustedes es una sobria y sensata reflexión acerca del tema OVNI, y
la misma resulta en una demostración que refuerza las principales conclusiones
a las que he arribado, luego de décadas de investigar, estudiar y llegar a
explicaciones acerca de muchas de las denuncias de OVNI, así como de un estudio
del tema en su conjunto.
También debo agregar
la cantidad de contactos internacionales con los mejores investigadores, la
búsqueda de información procedente de diferentes fuentes, las entrevistas con
técnicos, la exploración de la Internet, y la lectura de casi 300 libros sobre
OVNIs, fenómenos naturales, fenómenos meteorológicos, fotografía, astronomía,
aeronáutica, etc.
El libro del que
hablo es “UFOs & Alien Contact – Two Centuries
of Mystery” (OVNIs & Contacto Extraterrestre – Dos Siglos de Misterio”, 1998, Prometeus
Books, Nueva York, 408 páginas, escrito por Robert. E. Bartholomew,
investigador de Sociología en la Universidad James Cook en Queensland del
Norte, Australia, y George S. Howard, Profesor de Psicología de la Universidad
Notre Dame, en Indiana, Estados Unidos.
En el
Capítulo 9 del libro, bajo el título “La
llegada de la era de los Platillos Volantes” y el sub-título “El contexto especial del Miedo a los
Platillos de 1947” los autores escribieron:
“Durante los últimos cincuenta años
aproximadamente la teoría popular más común sobre las denuncias de OVNI implica
la existencia de extraterrestres. Sin embargo, dada la mentalidad
estadounidense de la guerra fría, esta visión no estuvo expresada en el tiempo
de la ampliamente publicitada observación de “platillos” de Kenneth Arnold. La
obsesión estadounidense con la guerra fría y un posible conflicto atómico
estuvo reflejada en las explicaciones para las observaciones. El 15 de Agosto
de 1947, una encuesta de Gallup reveló que el 90 por ciento de los
estadounidenses encuestados estaba al tanto de las observaciones de platillos
volantes y la mayoría creía que armas secretas de Estados Unidos o extranjeras,
trucos y globos eran los responsables.”
Sobre
el mismo tema, L. Gross, en “UFOs: A
History, Volume 1” (OVNIs: Una Historia, Volumen 1”, Julio 1947-Diciembre
1948 (Scotia. N.Y. Arcturus Books, 1982, p. 30) dice: “Nada [en la encuesta] fue dicho acerca de “visitantes alienígenas”, ni
siquiera un medible 1 por ciento jugó con el concepto.”
Y
ahora viene lo que para mí es la parte más importante de lo que estos eruditos
tienen que decir acerca del proceso que comenzó la tendencia hacia los
extraterrestres.
Necesito
reproducir en su extensión lo que los autores dicen porque es una pieza única,
una joya, algo de sobresaliente relevancia:
“La noción común de que los platillos
volantes representaban un arma secreta de Estados Unidos o extranjera continuó
dominando la opinión pública a través de Mayo de 1950, cuando apareció una
encuesta del Public Opinion Quarterly. Del
94 por ciento de los estadounidenses encuestados que habían oído de los “platillos
volantes” la mayoría (23 por ciento) creía que eran aparatos militares
secretos. Sólo el 5 por ciento los ubicó en la categoría de “cometas, estrellas
fugaces; algo de otro planeta”. Posteriormente en 1950 la explicación de arma
secreta cambió drásticamente a una explicación extraterrestre, y ha permanecido
así desde entonces. La principal razón para este cambio de actitud fue la publicación
de varios libros populares y de artículos en revistas hablando a favor de la
hipótesis extraterrestre. El exitoso libro The Fying Saucers Are Real
(Los Platillos Volantes son Reales) de 1950, por el Mayor retirado
del Cuerpo de Infantería de Marina Donald Keyhoe, es un ejemplo. Behind
the Flying Saucers – Detrás de los Platillos Volantes
(1950) de Frank Scully declaraba que extraterrestres
de un platillo que había caído eran mantenidos en una instalación militar
secreta de Estados Unidos. El libro vendió 60 mil copias y luego se reveló que
era una patraña. En The Riddle of the Flying Saucers:
Is Another World Watching?– El Acertijo de los Platillos Volantes: ¿Nos Observa Otro
Planeta?(1950), el escritor de ciencia Gerald Heard declaraba
que “abejas” extraterrestres eran responsables de las denuncias de
observaciones. Como resultado de esos libros y los continuados relatos de
observaciones en la prensa, pronto aparecieron una cantidad de artículos
populares en revistas tales como Life, Look, Time, Newsweek
y Popular Science, típicamente enfatizando la
hipótesis extraterrestre. Dese el punto de vista de la literatura popular, es
interesante que entre 1947 y Enero 9 de 1950, The Reader’s Guide to
Periodical Literature (La Guía del Lector de Literatura Periódica)
hace una lista de ocho artículos sobre platillos volantes en revistas. Sin
embargo, reflejando la creencia popular del período, esos artículos estaban en
una lista bajo los títulos de “Ilusiones y Alucinaciones”, “Aeronáutica”, “Aeroplanos”,
y “Globos-Uso en Investigación”. Comenzando en 1952, y continuando hasta el
presente, la teoría extraterrestres se solidificó como el motivo dominante en
presentaciones de OVNI en películas y televisión.” (páginas 191 a 193).
Análisis del Capítulo 9
1947 es un año clave
en la vida de los Estados Unidos de América. Es cuando el Cuerpo del Ejército
del Aire se separa del Ejército para pasar al ser la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Es también –dado el ambiente de confrontación entre el bloque occidental y el
soviético-- el año de la creación de la Agencia Central de Inteligencia.
Estos dos aspectos
reflejan la enorme preocupación y el temor que había en Estados Unidos de una
infiltración de agentes soviéticos en la sociedad, así como de un repentino
ataque con bombas atómicas. Eso dio razón para el surgimiento de las dos
instituciones señaladas en el párrafo anterior.
Los autores
describen muy bien esa situación en el
primer párrafo del Capítulo 9.
Por lo tanto, la
ocurrencia del caso Arnold debe considerarse en medio de ese particular
ambiente.
Arnold declaró a la
A.P. en Junio 26 que él hizo saber de su observación, superando un posible
ridículo, “por razones patrióticas”.
Él pensó que lo que había visto eran “misiles guiados”.
La declaración tira
abajo inmediatamente cualquier explicación de que lo que Arnold vio fuese un
fenómeno natural. Él era un experimentado piloto privado. Él pensó que lo que
vio era producto de alguna tecnología; un producto que era “guiado” como él
dijo, porque los nueve objetos volaban en formación, uno detrás del otro.
Una clara señal del
temor durante la Guerra Fría fue que aún el FBI comenzó una especie de “cacería
de brujas” investigando los antecedentes de simples ciudadanos que declaraban
haber visto “platillos volantes”.
Esta especie de
paranoia también fue aplicada a ciertas instituciones dedicadas a investigar el
tema OVNI, como se hizo con la Aerial Phenomena Research Organization –
Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos (APRO) fundada por Jim y Coral Lorenzen que fue la
primera institución privada creada en Estados Unidos.
Pero la cosa más
destacada es lo que el pueblo estadounidense pensaba sobre los “platillos
volantes”. La encuesta hecha el 15 de Agosto de 1947 reveló que el 90% de las
personas pensaba que los platillos volantes eran armas secretas, trucos o
globos. No había siquiera un 1% que jugara con el concepto de “visitantes
alienígenas”.
Hallo que esto es
contundente. Nadie, absolutamente ni uno, dos meses después del caso Arnold
pensaba siquiera remotamente en extraterrestres. “Armas secretas de Estados
Unidos, trucos o globos”. Esas eran las ideas que manejaba la gente tratando de
explicar lo que se veía en el cielo.
Y esta forma de
pensar se mantuvo firme tres años después del caso Arnold, como lo reveló otra
encuesta llevada a cabo el 15 de Mayo de 1950.
Por primera vez, esta
segunda encuesta ofrece la idea de “algo de otro planeta” lo cual recibe un
magro 5% de respuestas. Otras posibilidades de esta encuesta eran “cometas,
estrellas fugaces”.
Pero esta encuesta
estaba probando las aguas.
Porque a partir de
esos resultados habrá la elaboración por la inteligencia de varias
organizaciones de una estrategia con el específico propósito de cambiar
sustancialmente la forma en que la población estadounidense habría de pensar.
Y persiguiendo ese
objetivo los mejores aliados serán los medios masivos de comunicación:
revistas, libros, películas y la TV.
Será allí donde se llevará a cabo la diseminación de la idea de los “platillos
volantes” como aparatos extraterrestres.
Es necesario ver
claramente la enorme operación, la vasta maniobra. El cambio en la manera de pensar no fue
espontáneo, no ocurrió por casualidad. Fue el resultado de un esfuerzo
deliberado y bien planificado para imponer una idea en las masas.
Sólo la ignorancia
acerca de cómo se manejó todo desde 1950 hasta hoy, puede explicar que la gente no se dé cuenta
de que ha sido y continúa siendo masivamente engañada, desinformada y
manipulada.
Es por eso que, es
sano analizar todo esto para encontrar la verdad detrás de las apariencias; esa
agenda secreta que funciona detrás de los artículos en diarios y revistas,
detrás de libros y pseudo-documentales mostrados en canales de TV como “Discovery”
y el “History Channel” y la producción de seriales de TV y películas.
Lic. Milton W. Hourcade
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