Para mi gran sorpresa, Colares, en la región amazónica de Brasil, es el punto álgido elegido para el comienzo y el final de la novela.
Quienes leen frecuentemente estas páginas han podido conocer acerca de lo que sucedió en Colares durante 1977 (Ver: “Colares (Brasil) y Caronia (Italia) Un Desafío a los Miembros del GEFAI” – publicado el 19 de Septiembre de 2008).
Bueno, algo extraordinario les sucedió en Colares a los principales personajes de esta novela, y ellos desarrollan un plan –la estratagema del título— para saber quién está detrás de lo que ellos experimentaron.
Una de las debilidades de la novela es que la estratagema es finalmente conocida por demasiadas personas, cuando lo inteligente habría sido mantenerla tan secreta como fuese posible.
En sí misma me hizo acordar en cierta forma a la “Operación Señuelo” sugerida por Donald Keyhoe en su libro “Los Desconocidos del Espacio”.
Pero el enfoque aquí no es mítico e ingenuo como el sugerido por Keyhoe que esperaba atraer a presuntos extraterrestres.
Aquí la estratagema está dirigida a esos tipos que parecen tener algo que ver con los OVNIs, y que tratan de controlar todo el tema.
¿Quiénes son esos rudos matones que aún son capaces de matar a alguien a fin de mantener un secreto? ¿Para quién trabajan? ¿Y por qué hacen eso?
Esto sirve como pretexto para Vallée, quien aprovecha la oportunidad para compartir con los lectores algunas otras partes de sus ideas acerca de la investigación oficial del fenómeno OVNI por las autoridades de Estados Unidos, y por otros.
La novela muestra cómo es posible crear un falso aterrizaje de un OVNI, y todas las consecuencias –algunas previsibles y otras no— que el suceso creará, y cómo deviene en una imparable bola de nieve que recorre todo el mundo. Exactamente lo que ha pasado con muchos “casos OVNI”.
Y también hay una explicación de lo que ocurrió en un lugar cercano a Roswell, que va no exactamente pero bastante en línea con lo que escribí en mi último libro.
No voy a decir una palabra sobre la naturaleza de los extraños fenómenos observados en Colares, porque sería como revelar quién es el asesino, en una novela policial.
Pero no puedo finalizar este breve comentario sin decir que una de las más interesantes ideas sugeridas por Vallée es que la investigación del fenómeno OVNI ha sido transferida del sector oficial al privado.
Y también que la organización que desarrolla esa tarea con alcance mundial, no tiene su sede central en Estados Unidos, sino en Bélgica.
Si se quiere saber más, simplemente hay que leer la novela.
Milton W. Hourcade
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