Algunas personas –quizás con
sus mejores intenciones—confunden el ser de mente abierta con la aceptación
“bona fide” de cualquier tema que directamente, indirectamente o supuestamente
tiene algo –y a veces nada—que ver con el tema F.A.I.
Bajo la idea de ser neutral,
la racionalidad, el sentido común, el buen juicio, la lógica, la demanda de
evidencia o prueba, todo eso es puesto en suspenso o dejado de lado. Y entonces
todo es bienvenido: agroglifos, astronautas de la antigüedad, hombres de negro,
ciudades intraterrenas, teleportación, escritura automática, mensajes
telepáticos procedentes de alienígenas, contactados, viajes en platillos
volantes, etc.
Esta postura no sólo no es
científica; es verdaderamente absurda
Como seres humanos estamos
dotados de inteligencia para discernir lo que es correcto de lo que está
equivocado, qué es realidad y qué es ficción, qué tiene sentido y qué es un
sinsentido, qué es confiable y qué es por lo menos sospechoso si no realmente
falseado, qué es cierto y qué es especulación, qué está tratando con la
realidad o con una historia traída de
los pelos..
Y al considerar directamente
el tema F.A.I. necesitamos darnos cuenta cuál puede ser la verdad detrás de una
historia y qué cantidad de desinformación es diseminada por fuentes de
inteligencia para hacernos creer en cosas que realmente no existen o que si
existen tienen una naturaleza diferente de aquella que nos quieren hacer creer.
El tema F.A.I. ha sido objeto
de una vasta operación psicológica desde varias fuentes. A menos que seamos
conscientes de ese hecho, no sabemos realmente con qué estamos tratando.
Por otro lado, el ínfimo
porcentaje de lo desconocido es la única cosa que aún debería demandar nuestra
atención, investigación y estudio.
Y el mejor enfoque para
desarrollar tal investigación, estudio y llegar a conclusiones aceptables, es
perseguir la última tendencia en la materia: estar bien equipados con varios
instrumentos, elegir un lugar donde los Fenómenos Aéreos Inusuales se denuncian
repetidamente y tratar con todos los medios (fotografía, video, radar,
espectrómetro, magnetómetro, micrófonos) todos coordinados y cronológicamente
desarrollados mediante un programa de computación, de recoger todos los datos
posibles y posteriormente hacerlos analizar por un grupo multidisciplinario de
científicos.
La fantasía, las teorías
conspirativas, los creyentes, los embaucadores, la explotación comercial, los
enfoques pseudo-científicos, etc. no tienen lugar alguno para ser mezclados con
el tema F.A.I. debidamente considerado.
Esta es la lección que he
aprendido durante 55 años dedicados a la investigación y estudio de los F.A.I.
(50 de los cuales en el C.I.O.V.I.): neutralidad no es objetividad.
Esta tarea, como tantas otras,
requiere seriedad, disciplina y compromiso.
No comments:
Post a Comment