El campo de la
Ufología ha cambiado tanto en pocas décadas, que hoy es casi irreconocible
comparado con lo que fue antes.
Hoy hay una dura
confrontación entre los creyentes en E.T. –pensando que están operando en la
Tierra-- lo cual es en sí misma una
expresión de fe y deseo; y aquellos que objetivamente y aplicando el método
científico investigan y estudian el tema, simplemente motivados por el amor a la
verdad.
Aparte de estas dos
tendencias, hay un derivado de la idea extraterrestre: la explotación comercial
más o menos sofisticada que ciertos individuos bien identificados desarrollan
en diferentes países. Fotos, videos, páginas web, publicaciones, programas de
radio y TV, turismo a “lugares especiales” y congresos pomposamente anunciados;
ellos hacen todas estas cosas. Lo común entre ellos es el uso de material falso
y desinformación, y por supuesto, hacer tanto dinero como puedan. Esto
simplemente merece rechazo y repudio.
Por supuesto, este
tipo de circo o carnaval es la parte más visible de la presente Ufologia.
Como una consecuencia
de esto, y la grosera confusión que lleva a la gente a pensar que UFO significa
aparato extraterrestre, organizaciones oficiales y privadas así como individuos
prefieren usar la sigla FAN, por Fenomenos Aéreos No Identificados, o FAI por
Fenómenos Aéreos Inusuales.
Procediendo del
carnaval Ufológico están las ideas de exopolítica, teleportación,
comunicaciones telepáticas y mensajes, viajes a otros mundos, mensajeros, y más
recientemente la búsqueda de antepasados extraterrestres y la exhumación de
cadáveres y momias fingiendo que pertenecen a alienígenas, lo que hasta ahora
ha fracasado miserablemente.
¿Qué se puede decir
sobre las personas que encaraban el tema OVNI en la década de 1960? ¿Cuáles
eran las ideas, cuál era el misterio que rodeaba el tema y la búsqueda de
respuestas?
Lo que voy a
describir era la situación que se vivió en Sudamérica, y más específicamente en
Argentina, Brasil y Uruguay.
Los detalles de esta
situación proceden de la correspondencia intercambiada en ese momento de la
historia, así como de publicaciones producidas por diferentes organizaciones
privadas y los encuentros personales entre algunos investigadores.
Debo reconocer
honestamente que en ese tiempo éramos totalmente subsidiarios de las ideas y
tendencias en los Estados Unidos de América, mayormente procedentes del
Comisión Nacional de Investigación sobre Fenómenos Aéreos (N.I.C.A.P.) de
Donald Keyhoe –que luego se descubrió era una operación de la C.I.A.--, y de la
iniciativa individual de Jim y Coral Lorenzen con su Organización de
Investigación de Fenómenos Aéreos (A.P.R.O.), así como el muy influyente libro
de Keyhoe “Platos Voladores de Otros Mundos”. Cuando leo este título ahora,
suena ridículo.
Keyhoe era pesuasivo
y una persona que argumentaba muy bien. Además, NICAP tenía a muchos militares
y científicos en sus filas, lo que lo hacía una fuente convincente de
información.
Basados en la
descripción de cientos de casos, tratamos de escoger y definir ciertas
características de los OVNIs. Ellas tenían que ver con su maniobrabilidad,
formas, tamaños, velocidades, etc.
El Consejero
Directivo del C.I.O.V.I. Dante Joaquín Moscatelli –quien a su vez era miembro
de la Asociación de Aficionados a la Astronomía del Uruguay-- llevó a cabo con
la gran cantidad de datos disponibles en ese momento, un sobresaliente trabajo:
el primero y único análisis computarizado en América Latina de esas
características de los OVNIs.
Las cosas que
desafiaban nuestra explicación eran:
a) el material usado en esos artefactos, siempre descrito como un metal brillante sin remaches;
b) sus formas redondas en general, más bien achatadas, pero también objetos alargados descritos como “cigarros” a los que se les atribuía la capacidad de ser naves madre;
c) su nivel de operación: los pequeños objetos volando bajo, los grandes volando alto y nunca bajo;
d) sus cantidades: en la vasta mayoría de los casos había un solo objeto pequeño, pero había casos en los que hubo dos, tres y algunas veces hasta nueve –como en el caso Arnold;
e) la forma en que vuelan: vuelan en formación, y muestran la misma alteración en su vuelo cuando van uno detrás del otro a través de una misma zona en el aire, como por ejemplo, un salto;
f) la reparación en el aire: cuando uno de los pequeños objetos tiene problemas para mantenerse seguro en el aire, volando o estacionario, usualmente oscilan en su eje. Entonces otro objeto aparece para ayudar. Para hacer eso, primero se coloca a corta distancia sobre el objeto en problemas, hasta que es estabilizado. Una vez que se logra esa etapa, el objeto que llegó para ayudar toma distancia y se coloca a la misma altura que el primero y entonces comienzan una especie de danza en que se aproximan y toman distancia, cada vez la aproximación es menor y la distancia mayor, hasta que cada objeto se separa rápidamente en la dirección opuesta del otro y desaparecen de la vista.
g)alije de material: cuando alguno de estos objetos está en problemas, puede estabilizarse a sí mismo liberando algún material que cae al suelo en condiciones fundentes hasta que se enfría;
h) el sistema de propulsión: en ese tiempo desarrollé la idea de un sistema unificado de energía. De acuerdo a este sistema, los grandes aparatos serían los generadores de cierto tipo de energía que era tomada por cada objeto pequeño y utilizada para volar. Los objetos pequeños no tienen motores, ellos captan la energía que les es enviada. Probablemente usan electromagnetismo, lo que explica cómo son reparados y por qué cuando obtienen toda la energía que necesitan para devenir en autónomos, se repelen mutuamente y se separan en direcciones opuestas. Eso también explica por qué son silenciosos o apenas se puede escuchar un zumbido;
i) preferentemente nocturnos: la vasta mayoría de casos ocurren durante la noche –lo cual dicho sea de paso—aumenta las posibilidades de confusión con fenómenos naturales. De noche los objetos presentan una variación de color dependiendo de sus maniobras. Si permanecen detenidos su color será rojo. Si se mueven lentamente pueden cambiar de color de rojo a verde, naranjo o amarillo. Si parten a gran velocidad el color será blanco;
j) aparatos no tripulados las altas velocidades que son capaces de alcanzar y particularmente las bruscas maniobras que pueden realizar permite pensar que son guiados a distancia, que no tienen tripulación.
a) el material usado en esos artefactos, siempre descrito como un metal brillante sin remaches;
b) sus formas redondas en general, más bien achatadas, pero también objetos alargados descritos como “cigarros” a los que se les atribuía la capacidad de ser naves madre;
c) su nivel de operación: los pequeños objetos volando bajo, los grandes volando alto y nunca bajo;
d) sus cantidades: en la vasta mayoría de los casos había un solo objeto pequeño, pero había casos en los que hubo dos, tres y algunas veces hasta nueve –como en el caso Arnold;
e) la forma en que vuelan: vuelan en formación, y muestran la misma alteración en su vuelo cuando van uno detrás del otro a través de una misma zona en el aire, como por ejemplo, un salto;
f) la reparación en el aire: cuando uno de los pequeños objetos tiene problemas para mantenerse seguro en el aire, volando o estacionario, usualmente oscilan en su eje. Entonces otro objeto aparece para ayudar. Para hacer eso, primero se coloca a corta distancia sobre el objeto en problemas, hasta que es estabilizado. Una vez que se logra esa etapa, el objeto que llegó para ayudar toma distancia y se coloca a la misma altura que el primero y entonces comienzan una especie de danza en que se aproximan y toman distancia, cada vez la aproximación es menor y la distancia mayor, hasta que cada objeto se separa rápidamente en la dirección opuesta del otro y desaparecen de la vista.
g)alije de material: cuando alguno de estos objetos está en problemas, puede estabilizarse a sí mismo liberando algún material que cae al suelo en condiciones fundentes hasta que se enfría;
h) el sistema de propulsión: en ese tiempo desarrollé la idea de un sistema unificado de energía. De acuerdo a este sistema, los grandes aparatos serían los generadores de cierto tipo de energía que era tomada por cada objeto pequeño y utilizada para volar. Los objetos pequeños no tienen motores, ellos captan la energía que les es enviada. Probablemente usan electromagnetismo, lo que explica cómo son reparados y por qué cuando obtienen toda la energía que necesitan para devenir en autónomos, se repelen mutuamente y se separan en direcciones opuestas. Eso también explica por qué son silenciosos o apenas se puede escuchar un zumbido;
i) preferentemente nocturnos: la vasta mayoría de casos ocurren durante la noche –lo cual dicho sea de paso—aumenta las posibilidades de confusión con fenómenos naturales. De noche los objetos presentan una variación de color dependiendo de sus maniobras. Si permanecen detenidos su color será rojo. Si se mueven lentamente pueden cambiar de color de rojo a verde, naranjo o amarillo. Si parten a gran velocidad el color será blanco;
j) aparatos no tripulados las altas velocidades que son capaces de alcanzar y particularmente las bruscas maniobras que pueden realizar permite pensar que son guiados a distancia, que no tienen tripulación.
Estas eran las ideas
que se intercambiaban y discutían en a década de los años 60 al considerar el
tema OVNI.
Actualmente, la
fantasía ha sustituido este enfoque más “con los pies en la tierra”, esta
visión más realista sobre lo que los objetos podrían ser.
Milton W.
Hourcade
Octubre de
2017
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