09 January 2013

PRIMERA “TIERRA EXTRATERRESTRE” SE ENCONTRARÁ EN 2013


Este primer pronóstico o predicción sobre 2013, fue de carácter astronómico y lo publicó SPACE.com en su edición por internet del 27 de Diciembre de 2012.
Por considerarlo de importancia, lo compartimos con nuestros lectores, en esta traducción excliusiva al idioma español.
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Análisis por DNews Editors
Jueves Diciembre 27 2012, 3:22 PM ET

Por Mike Wall, Space.com

El primer verdadero planeta extraterrestre como la Tierra es posible que se detecte el próximo año [2013], en un descubrimiento épico que podría llevar a que la humanidad reevalúe su lugar en el universo.

En tanto los astrónomos han hallado una cantidad de exoplanetas durante los últimos años que comparten una o dos características clave de nuestro propio mundo --tales como el tamaño o la temperatura inferida de la superficie --  no obstante aún tienen que creer de buena fé que se trata de  una “Tierra extraterrestre”. Pero eso podría cambiar en 2013, dicen los científicos.

“Estoy muy seguro de que la primera Tierra melliza se descubrirá el próximo año” [por 2013], dijo Abel Méndez que dirige el Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico, en Arecibo.

Planetas que se apilan

Los astrónomos descubrieron el primer exoplaneta orbitando una estrella parecida al Sol en 1995. Desde entonces, han detectado más de 800 mundos más allá de nuestro sistema solar, y muchos más candidatos esperan confirmación de sucesivas observaciones.

El prolífico Telescopio Espacial Kepler de la NASA, por ejemplo, ha mostrado más de 2 mil 300 potenciales planetas desde su lanzamiento en Marzo de 2009.  Sólo 100 aproximadamente han sido confirmados a la fecha, pero científicos de la misión calculan que por lo menos el 80 por ciento van a terminar siendo verdaderos.

Los primeros exoplanetas hallados eran mundos extremadamente calientes al estilo de Júpier que orbitan cercanos a sus estrellas madres, porque eran los más fáciles de detectar. Pero a lo largo del tiempo, nuevos instrumentos fueron llegando y los cazadores de planetas afinaron sus técnicas, posibilitando el descubrimiento de planetas más pequeños y que orbitaban más distantes –lugares más similares a la Tierra.

En Diciembre pasado [2011], por ejemplo, Kepler halló un planeta 2,4 veces más grande que la Tierra orbitando en la zona habitable de su estrella –esa distancia exacta en la cual agua en estado líquido, y quizás vida como la conocemos, pueda existir.

El equipo de Kepler y otros grupos de búsqueda han detectado varios otros mundos como ese (que es conocido como Kepler-22b), llevando la cuenta actual de exoplanetas potencialmente habitables a nueve, según reconoce Méndez.

Haciendo blanco en gemelo de la Tierra

Peo es solo cuestión de tiempo antes de que un planeta pequeño, rocoso, se detecte en la zona habitable –y Méndez no es el único buscador que piensa que ese momento vendrá pronto.

“El primer planeta con un tamaño y órbita mensurables y flujo estelar incidente que sea capaz de sustentar vida es posible que se anuncie en 2013”, dijo Geoff Marcy, un veterano buscador de planetas de la Universidad de California, en Berkeley, y miembro del equipo de Kepler.

Méndez y Marcy piensan que este productivo hallazgo se hará usando Kepler, que detecta planetas advirtiendo de las variantes en brillo causadas cuando pasan frente a sus estrellas madre, en la perspectiva del instrumento.

Kepler necesita ser testigo de tres de esos “transítos” para detectar un planeta, de modo que sus primeros descubrimientos estuvieron inclinados hacia los mundos con órbitas cercanas (que transitan más frecuentemente). Pero con el correr del tiempo, el telescopio ha estado detectando más y más planetas que orbitan distantes  --incluyendo algunos en la zona habitable.

Un intrumento llamdo en inglés HARPS (sigla por High Accuracy Radial velocity Planet Searcher) --Buscador de Planetas de Alta Precisión en velocidad Radial—es también un importante contendor, habiendo ya detectado una cantidad de mundos potencialmente habitables.  HARPS, que está instalado en el telescopio de 3 metros con 6 del Observatorio Europeo Sureño en Chile, permite a los investigadores detectar las minúsculas variaciones que los planetas en órbita inducen en sus estrellas madres.

“HARPS debería ser capaz de hallar a las más interesantes y cercanas hermanas gemelas de la Tierra”, dijo Méndez a SPACE.com en correo electrónico, destacando que muchos planetas detectados por Kepler están demasiado lejos como para caracterizarlos en detalle. “Una combinación de su sensibilidad y observaciones a largo plazo están ahora dando resultado”

Y probablemente se puedan encontrar tantas otras Tierras ahí fuera en nuestro Vía Láctea, dicen los investigadores.

“Haciendo un cálculo cuidadoso, hay 200 mil millones de estrellas que son anfitrionas de por lo menos 50 mil millones de planetas, si no más” declaró a SPACE.com por correo electrónico Mikko Tuomi de la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra.

“Suponiendo que 1:10.000 son similares a la Tierra, eso nos daría 5 millones de tales planetas” añadió Tuomi quien lideró equipos que informaron este año [2012] el descubrimiento de varios planetas candidatos potencialmente habitables, incluyendo un exoplaneta que orbita la estrella Tau Ceti, a apenas 11,9 años luz de la Tierra. “De modo que diría que estamos hablando de por lo menos miles de tales planetas”.

Qué podría significar

En el momento en que se confirme la primera Tierra gemela, el descubrimiento posiblemente tenga un efecto profundo en la humanidad.

“Nosotros humanos vamos a levantar la vista al cielo nocturno, casi como miramos a lo largo de un océano” dijo Marcy a SPACE.com por correo electrónico.  “Sabremos que el océano cósmico contiene miles de millones de islas y continentes, capaces de sostener vida primitiva y civilizaciones totales”.

Marcy tiene la esperanza de que ese hallazgo impulsará a nuestras especies a dar los primeros pasos concretos más allá de su nativo sistema solar.

“La humanidad cerrará sus ojos colectivos y emprenderá viaje a Alfa centauri”,dijo Marcy, refiriéndose al más cercano sistema solar del nuestro, en el cual un planeta del tamaño de la Tierra se descubrió a comienzos de este año. [2012].

“Los pequeños pasos para la humanidad serán un salto gigantesco para nuestras especies. Enviar sondas robóticas a las estrellas más cercanas constituirá la más grande aventura que nosotros los Homo sapiens, jamás hayamos intentado”, añadió Marcy. “Este masivo emprendimiento requerirá la cooperación y contribución de todas las más grandes naciones en todo el mundo. Al hacerlo, estaremos dando los primeros pasos tentativos en el océano cósmico y ampliando nuestro compartido sentido de propósito en esta costa terrestre”.

[Traducción especial de Milton W. Hourcade – se permite la reproducción toda vez que se indique la fuente]

2 comments:

Milton said...

Siempre estas afirmaciones son algo audaces. Pero qué otra cosa mas imperiosa que audacia para conquistar objetivos en principio fantasiosos. Sin audacia jamás Colón habría encontrado América, para dar solamente un ejemplo, hay muchos otros a lo largo de nuestra tortuosa historia. Lo único que puede estar enlenteciendo los avances es el nivel de la tecnología. Es solo cuestión de tiempo que hallemos algo similar a nuestra Tierra. ¿Y cuando descubramos que hay seres vivientes en ella, que revulsivo fantástico ocurrirá? Reitero, es solo cuestión de tiempo. Las fantasías ya no lo son, ahora son OBJETIVOS A CONCRETAR. Personalmente considero que moral y éticamente estamos "verdes" para estas cosas. ¿Se imaginan los terrestres haciendo planes de conquista en esos Planetas similares? ¿Qué vamos a enviar, científicos o fuerzas armadas? Yo no lo voy a ver, pero está cerca, muy cerca de ocurrir.
Antonio Bachi, astrónomo aficionado – miembro de UAPSG-GEFAI

Milton said...

Saben de mi afición a la astronomía y quizás se imaginen mi avidez por todas las noticias que ha diario surgen sobre la temática de esta ciencia que nació con el hombre. Lamentablemente mis conocimientos son superficiales, lo que para dar una opinión con fundamentos válidos en el caso que nos ocupa, es una limitante. Mucho menos estoy en condiciones de polemizar con astrónomos y científicos sobre este tema, por lo que me es difícil disentir con lo que se expresa en el artículo de marras.
Realmente el descubrimiento de exoplanetas (como se explica en el artículo) está basado en el análisis de las casi imperceptibles variaciones en la luz que nos llega de la estrella que elegimos para observar. A partir de estos datos y mediante un estudio teórico que extrapola información "cierta" obtenida de cuerpos cercanos, se establece la "posibilidad" que exista un cuerpo oscuro (planeta) que se interponga cada cierto tiempo entre nosotros y la estrella. También a través de estos estudios se determinan los elementos orbitales y características físicas de este supuesto planeta. Lamentablemente hasta el momento no tenemos forma de verificar que estos datos se correspondan con la realidad, nuestra actual tecnología observacional no nos lo permite y sólo en 1 o 2 casos (según tengo entendido) se ha podido observar estos cuerpos y como es de suponer bajo la forma de puntos oscuros.
Con este desarrollo no pretendo dar una clase ni enseñar nada sobre el tema (no estoy en condiciones de hacerlo), sino establecer un punto de partida para si explicar mi punto de vista sobre el artículo.
La primera parte de la nota nos presenta la situación real actual, pero a partir del "Que podría significar" se toma un camino propagandístico que creo apunta a impactar en el lector desprevenido y a cubrir con un manto de ciencia ficción al asunto, como forma de llamar la atención.
Si en el correr de este año o de los próximos venideros, se detectara un planeta similar al nuestro en algún sistema estelar lejano (o cercano), deberíamos esperar un tiempo indefinido hasta poder confirmar que dicho dato es real y así poder recién determinar la conveniencia y/o necesidad de explorar in situ dicho cuerpo. Pero de ahí a tener la capacidad tecnológica de emprender el viaje hacia ese pequeño lugar hay un abismo.
En lo personal pienso que, seguro nuestra generación y quizás ninguno de los humanos vivos en al actualidad vean partir esa nave. Convengamos que la misma debe tener ese destino específico no como las sondas Voyager que fueron lanzadas (1977) al espacio con la finalidad de estudiar el ambiente del sistema solar exterior y de ahí hasta donde lleguen.
A nosotros los legos nos queda, tratar de mantenernos actualizados en los avances de la ciencia y tecnología, comprender aunque sea en parte el mundo que nos rodea y que los que estudian dedicando su vida a investigar tratan de enseñarnos, después soñar mirando alguno de los episodios de "Viaje a las Estrellas".
Rafael Cabrera Forli – astrónomo aficionado – miembro del UAPSG-GEFAI