11 December 2008

LA CIENCIA: NUESTRO CAMINO

Estamos llegando casi al final del año. Es un buen momento entonces para una pequeña reflexión.

No soy un científico. ¡Quisiera serlo!

Tengo un gran respeto por los cientificos; realmente valoro todo el conocimiento que ellos brindan cada día a la humanidad. Les debemos una gran parte de nuestro progreso en comprender la naturaleza.

Pero traté de aprender y aplicar la metodología científica en el particular estudio de los Fenómenos Aéreos Inusuales.

A lo largo de los años he aprendido muchas cosas, y he conocido muchas otras.

Me puedo dar cuenta de que apenas he sido un aprendiz de científico. Personalmente he sido incapaz de desarrollar complicadas ecuaciones, tampoco me ha sido posible tener alrededor un montón de instrumentos para usarles en mi búsqueda de la verdadera naturaleza de los F.A.I.

A través de todo este largo camino de más de 50 años, lo mejor que he obtenido y que permanecerá conmigo para siempre, es la sincera y gran amistad de muchas personas.

También he podido tener diálogos muy productivos con científicos y realmente disfruté esas conversaciones, ¡el mero hecho de que tenían lugar! Fue realmente un privilegio y me he sentido honrado por esos científicos.


También a través de este largo camino, debo sinceramente lamentar algunos malos entendidos y aún ataques personales por muy pocos individuos que nunca me llegaron a conocer bien, o que definitivamente nunca trataron conmigo en manera alguna.

¡Qué fácil es atacar a alguien a quien ni siquiera se le ha visto en toda una vida!

Muchas veces me he preguntado: ¿no habría sido más justo que primero trataran de contactarse conmigo, ya fuese personalmente o por correo electrónico, y trataran de descubrir quién soy, cómo soy, y cómo pienso, antes de ir al ataque? ¿No habría sido más justo discutir diferencias, clarificar temas, antes que suponer cosas que no existen o que no son de la forma que ellos piensan?

Pero comprendo que la ignorancia, la mediocridad y los celos son inherentes a la naturaleza humana, y entonces les pongo a un lado. No son piedras en mi camino. Simplemente insignifcantes distracciones que ni siquiera merecen una respuesta.

Los hechos en sí mismos son las más contundente respuesta. Los mitos y el pensamiento quimérico resultan pulverizados. Ellos no tienen lugar en la ciencia.

Los trucos y las patrañas son despreciables.

Dicho todo esto, quisiera compartir algunos conceptos que para mi son muy importantes:

1) La quintaesencia de la ciencia es una permanente búsqueda.

2) Las respuestas que la ciencia provee son siempre provisorias.

3) Cuando la ciencia encuentra respuestas a algo también halla un nuevo conjunto de interrogantes.

4) La ciencia es una herramienta, no un ídolo ni un absoluto.

5) La ciencia es la mejor manera de explorar, tratar de entender, experimentar, reproducir y probar algo.

6) La ciencia es siempre un camino abierto y exige comunicación.

Sinceramente pienso que aquí en nuestro Grupo somos personas que aplicamos esos conceptos y que estamos trabajando de acuerdo a ellos.

También considero que antes de hacer ciencia, necesitamos libremente pensar y pensar. Tenemos el derecho a especular, a imaginar, porque esa es la forma en que podemos entonces proponer hipótesis. Y las hipótesis no son sino planos para un trabajo práctico. Finalmente ellas resultan confirmadas o rechazadas por los hechos.

Y estamos haciendo eso, también.

De modo que quiero decirles a todos ustedes: pensemos creativamente, seamos amables con quienes no entienden, pero seamos audaces en defensa de la ciencia como la manera de conocer universalmente aceptada.

Milton W. Hourcade
Virginia, Diciembre 11 de 2008.







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