12 December 2012

POR FAVOR SEÑORES "UFÓLOGOS"

Formación de "OVNIs" vista desde una de las ventanas del Aeropuerto de Atlanta (GA) el 6 de Noviembre de 2012, a la hora local 1:27.20 PM

Bajo este título, publiqué un mensaje en FaceBook  a los “ufólogos”,  o más bien a aquellos de penúltima y última generación que se consideran tales.

Dicha publicación, dio lugar a un sustancioso y valioso intercambio de opiniones entre estudiosos del tema, y periodistas (Horacio Mayer, uruguayo radicado en Miami, con vastísima trayectoria en periodismo radial, escrito y televisado, y César Buenrostro, periodista de la ciudad de México, libretista, productor y presentador de programas de televisión).

Pocas veces se ha dado –si acaso alguna—un diálogo semejante, y lo que sigue es la reproducción del mismo, donde se manejan conceptos muy importantes.

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POR FAVOR SEÑORES "UFÓLOGOS"

Milton Hourcade  Antes de reproducir artículos de sitios web, indiscriminadamente, busquen otras fuentes, cerciórense de la seriedad de la información, crucen fuentes y datos, verifiquen. NO hay derecho a difundir por FB y otros medios sociales cualquier cosa, porque NO hay derecho a difundir fantasías y mentiras, ni a confundir al público que espera estar bien informado. Responsabilidad, ¡por favor!! Pensar dos veces, antes de publicar y hacerse eco novelero de cualquier seudo información.

Horacio Mayer Te reitero Milton Hourcade, la cosa empieza desde mas arriba. Lo que estan haciendo los canales Discovery e History, la verdad que no lo entiendo. Siguen insistiendo en casos de Ovnis ya probados y reprobados como falsos; manejan el tema del 'mas alla' con total irresponsabilidad, dando por cierto la existencia de fantasmas, dandole una apariencia de investigacion cientifica. Me tienen aburrido con las profecias y las visiones apocalipticas del fin del mundo, en una programacion en la que si divulgan informacion cientifica seria. Todo entreverado, como en "Cambalache". Si eso lo hacen los grandes canales, que tendrian que ser una guia seria en esos temas, que podes esperar de ambitos de libre acceso como las redes sociales. Solo queda confiar en el criterio del lector o el televidente.

César Buenrostro Vamos por partes, como les digo a los chicos que me preguntan sobre la existencia de fantasmas y extraterestres: " si en realidad existieran esas cosas, ¿ en donde se estudiarían? ¿en un programa amarillista o en una universidad?. La respuesta es obvia. Ahora respecto a las televisoras, si entendemos que estas son negocios que atienden a una oferta de temas de esta naturaleza donde el publico desea ver la especulación lo fantasioso, lo mágico, ¿que podrán hacer al respecto? ¿ cambiar su programación? arriesgándose a perder sus anunciantes porque nadie vería un programa donde no se especule la magia. No quiero decir con esto que defiendo este sistema, lo que estoy diciendo que hay dos problemas, primera un publico que no esta educado para ver realmente programación científica y la otra que es la repercusión de la primera donde la televisara esta al servicio de la demanda.

Milton Hourcade Creo que César ha apuntado al meollo del problema que estamos enfrentando: "un público que no está educado", no sólo "para ver realmente programación científica". es de exprofeso que se ha ido bajando el nivel general de educación en el mundo. Estamos en crisis muy grave en ese aspecto. Las masas no piensan, a las masas se les conduce y se les lleva como ovejitas. A las masas se les manipula e inducen ideas para manejarlas y dominarlas. Ciertos organismos de inteligencia han hecho muy buenos estudios y experiencias al respecto y saben cómo manejar eso.. Acuérdense de la masacre del Templo del Pueblo, el experimento de Jim Jones. Acuérdense de Marshall Applewhitre y su secta "Puerta del Cielo", y la historia del OVNI tras el cometa Hale-Bopp, o la más reciente historia del cometa Elenin y el OVNI que está oculto tras él... Y cuidado!! porque en las dos primeras experiencias hubo cantidad de muertos. Hasta ese punto llega la fe de los "iniciados" o "elegidos"!! No ha de sorprender entonces que History Channel, Discovery Channel, y National Geographic Channel se dediquen a difundir temas religioso-esotéricos revestidos apenas de una capa de algo que semeja ser ciencia pero es pura fantasía, ficción, y en el fondo mentira!! El público ignorante, falto de las herramientas básicas que hacen que funcione el sentido común, es capaz de absorber y hacer suyas muchas de las cosas que se presentan en esos canales, a los que se les atribuye una seriedad que no tienen. Una cosa es divertirse con algo como entretenimiento. Pero este entretenimiento que se le está inoculando al público, a las grandes masas, es realmente una enorme cortina de humo, y un humo venenoso. Quienes están detrás de todo este vasto operativo de manipulación de las ideas y creencias, están preparando el terreno para cuando aparezcan algunas "señales el cielo" producidas por ellos mismos, y todos estos que hoy creen, ¡¡queden estupefactos!!

Horacio Mayer Trabajé toda mi vida en medios de comunicacion y sé muy bien de lo que hablas y te comprendo César. Te aclaro que lo que me preocupa es que son canales supuestamente científicos y de hecho pasan mucho material serio, interesante y entretenido, pero cuando arrancan con especulaciones fantasiosas parece que todo está probado. No estoy en desacuerdo con que se divulguen aspectos fantasiosos y especulativos. Yo mismo lo hice, pues el publico en parte, esta ávido de esos productos, pero siempre he tenido el respeto de aclarar que hay dudas sobre el tema. Hay una serie, creo que en Discovery, que da por sentado que los fantasmas y espíritus maliciosos, se pasean tranquilamente por las casas a la vista de sus habitantes. De pronto es así, pero, por lo menos da el beneficio de la duda.

Leopoldo Zambrano Enríquez En alguna parte de la historia, el sentido periodístico y el interés ufológico se combinaron creando un híbrido que lo convertía en juez y parte de los eventos OVNI.

En el pasado, ambas profesiones estaban bien definidas, mientras unos se dedicaban a informar, los otros se dedicaban a investigar para desentrañar el misterio. Y los primeros recurrían a los segundos para escribir notas informadas de un evento OVNI. Sin embargo, como todos sabemos, el periodismo tiende a reformular la realidad para contar una historia interesante.

Sin embargo, los híbridos, a quienes llamo, “ufólogos de segunda generación”, se dedicaban a "informar" cada acontecimiento que sucedía sin detenerse a pensar que con su "labor" contaminaban el campo aún virgen entre la población, dando hasta el más mínimo detalle de una abducción, por ejemplo, provocando entre la población la lógica consecuencia de creer que habían sido partícipes de algo así, confundiendo patologías del sueño con lo que la presa ufológica explicaba como raptos alienígenas.

Es cuando surgen los supuestos "Programas de investigación OVNI", que pretendían dar a la opinión pública lo que los medios "oficiales" parecían ocultar, creando una conciencia del secretismo y ocultamiento para mantener el Status Quo, dando origen a la conspiración. Estas incipientes historias que empezaron a ver la luz a principios de los 80's, marcaron a una tercera generación de ufólogos que, viendo lo que la segunda generación hacía y con cámara en mano, se dedicaron a reportar cuanta historia les era contada sin verificarla, convirtiendo a la ufología en un saco de ocurrencias y no de investigaciones.

Estos ufólogos de tercera generación se transformaron en recopiladores periodísticos, no en investigadores encaminados a resolver casos. Desvirtuaron la ufología convirtiéndola, en el curso de una década, en una derivación de la archivonomía (término aún no aceptado por la RAE), un catálogo de referencias o receptáculo de cosas extrañas bajo la premisa de que todo es posible y nada debe ocultarse, pero sin una pizca de investigación de fondo y anteponiendo creencias propias al caso para dirigir la investigación hacia su propio punto de vista, de tal forma que si una de sus ideas “cuaja”, se harán famosos, así una nube de globos que pasaba por los cielos de alguna ciudad, era considerada una "Flotilla", sin haber hecho verificaciones; o si aparecía una vaca muerta, era un claro caso de mutilación de ganado, despreciando explicaciones racionales o comunes para la muerte del animal, pero salpicando sus historias con detalles intrigantes.

Gracias a la segunda generación de ufólogos, se creo una conciencia de que "ellos" están aquí, de tal forma que la tercera generación daba por sentada su existencia y ahora sólo se dedicaban a tratar de confirmar esta preconcepción, además de elucubrar con los porqués y los para qué. Como alguna vez dijo un compañero ufólogo en un programa de televisión a nivel nacional en 1993:

"Yo creo que el fenómeno OVNI… ya estamos en un nivel, en una etapa en que no hay que preguntarnos si de dónde vienen o si existen o no existen, es...son tan reales como nosotros, tan palpables, el problema lo tenemos en nuestras comunidades… la cuestión es qué vamos a hacer, es la pregunta, porque algunos de ellos están trasgiversando leyes, están yendo más allá de la… de lo permitido, por experimentos genéticos que realizan algunos tipos de estos seres, que no es correcto, la invasión a las casas de personas durante la noche, el rapto, las abducciones. Hay pruebas e investigaciones por parte de muchos grupos. (sic)”

Con cada generación que sucede a la anterior, se va diluyendo el conocimiento de la anterior, de tal forma que para la tercera generación es suficiente con lo que un testigo diga para escribir y publicar una historia OVNI, como si el testimonio fuera la voz de la verdad o el testigo fuera inmune al equívoco o fallas de percepción referentes al evento que relata.

Estos ufólogos también creen que con sólo ir al campo, llevar su cámara y entrevistar testigos es suficiente. No saben que eso sólo es el primer paso de una larga secuencia de trabajo que aún queda por hacer. Así que desconocen cómo manejar la información que han recabado, cómo contrastarla, cómo convertirla en datos útiles o cómo sacar algún conocimiento de ella, sin embargo se ufanan de haber estado en el lugar de los hechos; razón suficiente para publicar sus hallazgos y aderezarlos con ideas personales, no así con un estudio objetivo basado en el método científico.

Hoy, lo que se crea correcto, lo será si hay seguidores que lo respalden, por lo tanto todo mundo debe saberlo, y si se difunde o se “comparte”, es que es algo bueno, así que se multiplica por la red, es entonces cuando la ufología se convierte en un concurso de popularidad donde un "like" vale más que la certeza de haber encontrado la solución a un caso.

Todo mundo está ávido de notas sensacionales, fantásticas. Historias que lo sorprendan y que llenen de laguna forma lo gris que a veces es el día a día, no importa si el relato es real o no, incluso algunos llegan a enfadarse y son bastante agresivos al responder a algún comentario que ponga en duda lo escrito en el relato.

Y pues… ¿Qué se puede hacer con alguien que no es crítico con lo que lee? Nada.

Pero estas reacciones son provocadas por el eterno círculo vicioso que se ha gestado en el matrimonio de oferta y demanda entre medios y público. El público pide y los medios le dan. Luego el público lo pule y le da más material al medio, que se lo regresa con halo de verdad por provenir de un medio masivo de comunicación.

Aunado a esto también existen quienes se nutren de la fantasía pagando un boleto. Tienen la extraña creencia de que si aparece en una película, debe tener algo de verdad en el fondo, y es así como muchos mitos han saltado de la pantalla grande a la vida real, llega un punto en que no se llega a saber quien nutre a quién, pero a grandes rasgos funciona igual que los medios de comunicación.

El afán por darle validez a la idea de la presencia alienígena en nuestro planeta, ha hecho que grandes secretos de la investigación OVNI sean del dominio público, de tal forma que para los investigadores resulta difícil saber si lo que cuenta un testigo es real o un producto de su mente contaminada por los medios.

Un viejo ufólogo, fundador del primer grupo en Monterrey allá por 1968, me dijo una vez que cada vez que entrevistaba a un testigo, le preguntaba por sus hábitos de lectura, y revisaba sus libros, para de esa manera descartar cualquier contaminación sobre el tema, sin embargo la contaminación ya venía desde aquél 24 de junio de 1947, cuando los medios sentaron el precedente de “platillos voladores” que el cine capitalizó con un giro en las películas de ciencia ficción, que de alguna manera el lanzamiento de las bombas atómicas contribuyó a afianzar en la mente de la gente gracias al temor a la autodestrucción. “The day the earth stood still” (1951) fue un claro ejemplo de esa idea, que vino a contaminar la mente de quienes se decían contactados, dando en sus mensajes el mismo que nos daba Klaatu en la pantalla.

En esta línea Segunda Guerra Mundial – Bomba Atómica – Cine – Contactados, podemos ver la conexión por la cuál el fenómeno OVNI es un tema tan fascinante como difícil de aclarar, y no porque sea complicado dar una explicación, sino porque la gente gusta de historias fantásticas así como pensar que hay algo más allá que escapa al pensamiento humano. Así que en este punto se mezcla un poco con la idea de permanencia, de eternidad, de poder, de una vida mejor, y a eso la ciencia ficción y la religión han contribuido en mucho para darles lo que quieren.

A todos nos gustaría saber que hay algo más tras la muerte, saber que al morir no termina esta aventura llamada vida, sino que sólo se transforma en otra cosa que no atinamos a descifrar qué, por esta razón los dos grandes motores del cerebro humano, la religión y la imaginación, crean esos mundos de fantasía para eternizar el concepto del Ser Humano.

De cierta forma, estas historias que se publican al vapor en los medios, son alimento para el alma inquieta que aporta sus granos de arena a la gran playa de la búsqueda de la eternidad. La máquina del tiempo para reparar errores de historia, el teletransportador para evitar la contaminación ambiental, o la criogenización para encontrar en el futuro la cura a una enfermedad terminal hoy, o llegar a esa tierra prometida en los libros sagrados donde ya no habrá más preocupaciones mortales. Todas son producto de ese deseo de eternidad, de permanencia y querer ser como “ellos”, aunque eso sólo se base en lo que nosotros creemos, no en una realidad palpable.

En un mundo con tantos problemas, esto resulta un escape muy placentero, mientras que para los ufólogos nos resulta en un dolor de cabeza cada vez más agudo.


El problema con los canales de televisión no es la programación, sino que la gente no está educada para poder discernir qué programas son verdaderas investigaciones y cuáles son sólo meras especulaciones. Un ejemplo muy palpable son los programas científicos donde se exponen las ideas de la Física Teórica. La gente parece eliminar el concepto de "teórica" y toma como hechos consumados los viajes en el tiempo, la teletransportación a nivel humano y demás, y entonces viene un Alfred Lambremont Webre con sus ideas sobre Alternativa 4 y que se transportan a Marte en una maquina secreta, y la gente se lo traga. Como dice César, la gente no está preparada para la ciencia, pero tampoco los programas se preocupan por hacerla más comprensible, además de recalcar que sólo son teorías. Por eso existe el concepto de "Mala Ciencia", por aplicarla mal. Pero se aplica mal porque se enseña mal. Y si a eso le agregamos la cada vez más preocupante falta del hábito de la lectura, estamos en la lona.

Milton Hourcade Querido Polo: Lo has dicho casi todo, y lo has dicho muy bien. Una especie de radiografía de la actualidad en el tema OVNI, con todas sus implicaciones sociiológicas. Hay un aspecto más que se te escapó y es muy importante: el papel de los charlatanes, y de los negociantes. Porque desde el inicio, para muchos (lo señalan muy crudamente James Moseley y Karl Pflock en su libro "Shockingly Close to the Truth") la cuestión simplemente fue: ¿cómo hacer negocio con los Ovnis?, ¿cómo vendemos esta mercadería para hacer dinero? Y se instituyeron organizaciones que hicieron eso. Y aún hoy en nuestra América Latina especialmente, hay individuos y organizaciones y grupos que bien conocemos por nombre y apellido, que están dedicados esencialmente a vender bien "espejitos" para un público ávido de comprarlos.


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