28 November 2020

ANÁLISIS Y CONCLUSIÓN: La etapa más difícil del proceso de identificación. [Dedicado a ufólogos de Argentina y Uruguay –Parte II]


Sobre el escritorio hay un caso. Hay un registro de video de la entrevista con el/los testigo/s, hay fotos y videos del fenómeno que fue observado, mapas, información meteorológica, astronómica y de tráfico aéreo al momento, así como información muy reservada sobre las personas implicadas en el caso.

La primera advertencia al investigador: nunca tome las declaraciones de los testigos al pie de la letra. Una cosa es el fenómeno mismo, otra cómo fue percibido e interpretado. Es en esa segunda parte del proceso de aprehensión por los testigos donde toda la información y desinformación provistas por la cultura juegan su papel.

Por lo tanto hay una necesidad de separar hechos de interpretación.

La interpretación pintará al investigador un caso “OVNI”. La realidad, lo que verdaderamente importa, puede ser muy diferente, sin negar de que ha ocurrido un fenómeno con las características generales que el testigo describe.

El director de orquesta

Muchas veces he comparado el trabajo del investigador con el de un director de orquesta.

Las características del caso a estudio determinarán qué consulta habrá que hacer a expertos, así como la música determina qué instrumentos tienen que ser ejecutados en un preciso momento.

Es bueno y conveniente que el investigador tenga nociones generales sobre Astronomía, Meteorología, Psicología, Óptica, etc. pero nada sustituye a los expertos, los técnicos o los científicos.

Es por esto que –como el director de orquesta— el investigador tiene que saber qué instrumentos tienen que ejecutarse, en otras palabras, qué expertos tienen que ser consultados.

Los programas de computación no son todo

El uso de una serie de programas de computación puede ayudar mucho a resolver el caso.

Pero hay algunas cosas que esos programas no proveen. Cosas que –dependiendo de las circunstancias del caso — p.ej. la geografía-- tienen que conocerse, o tienen que buscarse por el investigador, si no las conoce.

Una de las cosas que pueden captar la atención del investigador  –por ejemplo—  es la recurrencia de “denuncias de OVNI”  en ciertas áreas de un país.

Es por esto –como siempre he recomendado— que el proceso de identificación aeroespacial demanda un serio trabajo de exploración usando la internet y leyendo trabajos científicos, tomando contacto con científicos que están investigando ciertos fenómenos y planteándoles las preguntas que pueden ayudarle a resolver el caso que Ud. está analizando.

La tendencia inaceptable

Ocurre en exceso entre grupos OVNI privados e hinchas que se llaman a sí mismos “ufólogos”, que ellos entrevistan al testigo o testigos de un caso.

Reunido todo el material, el fenómeno no encaja en ninguna categoría (astronómica, óptica, meteorológica, aérea) y con perplejidad, el grupo llega al punto de que –como el testigo--  no puede arribar a ninguna plausible conclusión, y por lo tanto clasifica el caso como “no identificado”.

Y luego el caso comienza a difundirse. Hay entrevistas y declaraciones a los medios, el caso es presentado en reuniones internacionales como un ejemplo de la tarea realizada y la afirmación de que algo inexplicable está ocurriendo, ampliando el espacio para las especulaciones, entre ellas, la preferida y pasada de moda HET.

Por supuesto que esta forma de proceder no es científica, y la llamada “conclusión” es una incongruencia.

Un proceso de análisis aplicando el método científico no puede “concluir” ratificando la misma ignorancia del fenómeno que tuvo el testigo o los testigos.

A menos que –por motivos no explicitados--  hubiera el deliberado propósito de perpetuar un misterio, lo cual puede ser conveniente para un “grupo OVNI” privado para mantener una coherencia interna. Y también puede ser conveniente para un grupo oficial que necesite justificar su existencia, aunque tomando –obviamente--  una posición errónea.

En el caso de una entidad oficial, es posible que el principal problema sea la gente que la compone. Si esa es la situación, se necesita urgente una renovación del personal.

F.L.A.: ¿por qué y dónde?

Desde hace años, un grupo de aproximadamente 40 personas entre científicos y técnicos ha estado estudiando un fenómeno que se asegura ocurre en algunas áreas del mundo. Se le llama Fenómenos Luminosos Anómalos.(1)

Sucede notoriamente en el valle de Hessdalen en Noruega, pero también enalgunas montañas de Estados Unidos, en Mochras al NW de Gales y en Australia.(2)

Ahora se sabe que ocurre debido a la fricción de las placas tectónicas, y también que aparece donde hay una falla geológica.

Es un fenómeno natural, esencialmente plasma iónico que tiene muy importantes características que vale la pena conocer.


En América de Sur se puede esperar la formación de este fenómeno a todo lo largo de la Cordillera de los Andes.  Piénsese cuántas denuncias usualmente proceden de esas áreas en Perú, Chile y Argentina. (3), (4), (5).

Uruguay tiene una realidad geológica totalmente diferente, no obstante, allí también ocurren movimientos sísmicos asociados con fallas geológicas.

Por ejemplo: un área donde se dan recurrentes observaciones de “luces” es la que está cerca y rodeando a la represa de Rincón del Bonete y la planta hidroeléctrica sobre el Río Negro. (6)

Según Sistema Nacional de Emergencias (una entidad oficial uruguaya), y bajo el título Sismos en Uruguay “El 10 de enero de 1990 a las 22:30 se produjo un sismo con una intensidad de III en la escala modificada de Mercalli. Afectó la localidad de La Paloma en el Departamento de Durazno.”


Esto cae dentro del área geográfica mencionada anteriormente.

En general, reservas de agua y lagos son también lugares donde  pueden ocurrir F.L.A. debido a la presión del agua sobre el suelo, particularmente durante el invierno. (7)

Buena información sobre los Fenómenos Luminosos Anómalos ha sido escrita por el Astrofísico Dr. Massimo Teodorani (8), (9), (10), en un trabajo científico que aquí traducimos y resumimos en forma especial para nuestros lectores de habla hispana.

Títulos y fechas de artículos publicados en esta página web 

 
(1) Científicos, Técnicos y los F.L.A. - Abril 6, 2013

(2) Estudio Comparativo de los Fenómenos Luminosos Anómalos - Julio 10, 2008 

(3) Antropólogo se encuentra con "Luces"  - Septiembre 10, 2017

(4) Fenómenos Luminosos Anómalos - Interacción con testigos - Septiembre 17 2017 

(5) La experiencia de Escolar y una reflexión - Septiembre 24, 2017

(6) La CRIDOVNI de la Fza.Aérea Uruguaya denunció el encuentro en vuelo de dos aviones militares con una luz a la que persiguieron pero no le pudieron dar alcance, en la zona de Rincón del Bonete. La Comisión concluyó el caso calificándolo de "no identificado".

(7) Fenómenos Luminosos Anómalos en Gobernador Ugarte, Octubre 28, 2013

(8) La vasta mayoría de las luces de Hessdalen tiene una explicación, Massimo Teodorani,  Agosto 6, 2008

(9) Un libro altamente recomendable "Esferas de Luz" de M.Teodorani, Abril 13 de 2012.

(10) Plasmas vivientes - un artículo de Massimo Teodorani, Febrero 19, 2015

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FENÓMENOS LUMINOSOS ANÓMALOS

Texto del Dr. Massimo Teodorani, Astrofísico.

NOTA: El siguiente es un extracto de un trabajo más extenso que cuenta con el respectivo Copyright del autor. En otras oportunidades ya hemos reproducido textos del Dr. Teodorani, miembro del UAPSG-GEFAI y amigo de quien ha hecho esta traducción. Le agradecemos siempre su gentileza.

Milton W. Hourcade

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Observaciones de fenómenos luminosos anómalos de forma esférica se han denunciado desde varios lugares del mundo. La mayoría de ellos han sido clasificados de “luces terrestres”.  La apariencia de ese tipo de fenómeno aéreo no identificado, en general, no muestra una estructura sólida o la clara evidencia de una superficie, pero luce muy a menudo como un objeto esférico muy brillante con un contorno mayormente suave que el producido por un plasma estándar. La mayoría de estos acontecimientos han sido documentados por observaciones visuales; menos frecuentemente, han sido captados en video. La mayoría de ellos son vistos singularmente, en otros casos se desplazan en una especie de formación. Sólo unos pocos de ellos han sido monitoreados usando instrumentación científica.  En el presente hay muchos videos en internet pretendiendo que representan este tipo de objetos esféricos anómalos, pero la cantidad de deliberados fraudes que se han perpetrado persistentemente es tan grande, que un examen científico debe limitarse solamente a relativamente pocos casos de buena fe.

Observaciones científicas

Fenómenos de luz de forma esférica (cuando no han sido ya identificados como dudosos videos en Youtube u otros canales de medios populares) se han confirmado como un fenómeno existente a través de estudios científicos que han sido llevados a cabo en lugares donde ese tipo de fenómenos ha mostrado ser razonablemente recurrente. El valle de Hessdalen en Noruega es probablemente el prototipo de estas localidades especiales, no solamente debido a la cantidad de acontecimientos que son denunciados, fotografiados y video-registrados (y a veces ocasionalmente medidos) sino por la existencia de una estación permanente de medición allí y la ocurrencia de muchas misiones internacionales en el área. Este lugar ha llegado a ser una especie de “zona de laboratorio” que está muy bien equipada para las investigaciones de científicos físicos en general. Puede ahora confirmarse que fenómenos similares recurrentes se han visto en otras áreas del mundo: por ejemplo en la Brown Mountain (Warren, 2004) y el fenómeno de la luz de Marfa (Bunnell, sitio web; Stephan y otros, 2009) en Estados Unidos, y el fenómeno Min-min en Australia (Strand, 1996; Pettigrew, 2003) son bien conocidos y han sido científicamente monitoreados.

Respecto a la investigación llevada a cabo por este autor y algunos de sus colaboradores en Hessdalen (Teodorani, 2004a, 2008), ha sido posible describir un escenario observacional provisional pero muy preciso concerniente a las características mostradas por estas esferas luminosas, las más importantes de las cuales probablemente son las siguientes:

1. Son muy a menudo de forma esférica, de diferentes colores (mayormente blanco),  frecuentemente de larga duración (hasta 30-60 min. espaciados por períodos de fases de “apaga” y “enciende”), y de relativamente grandes dimensiones (1-10 metros). Su duración y dimensiones son respectivamente mucho más breves y pequeñas que fenómenos aparentemente similares t ales como el rayo globular, dado el hecho empírico de correlacionar la duración y dimensiones (Stenhoff, 1999). Estos fenómenos han sido provisionalmente adscritos a la clase de “luces terrestres” (sitio web de Adams). No obstante tal fenómeno, conjuntamente con los rayos globulares, son los únicos fenómenos aéreos anómalos  cuya existencia ha sido efectivamente comprobada por métodos científicos de observación y análisis estadísticos.

2.  A menudo son capaces de emitir un alto nivel de energía radiante. La medición más creíble les atribuye  un poder del orden de los 20 KW en el espectro óptico (Teodorani, 2004a). Frecuentemente son inestables  en luminosidad y están sujetos a variabilidad de luz al ritmo de unos pocos segundos o menos, con una periodicidad no clara,  o sea, irregular. Pueden permanecer por varios minutos (mientras están pulsando) y luego apagarse durante una duración similar.  Cuando se apagan en el espectro visible, pueden aún (a veces muy intensamente) ser visibles si se usa un sistema de visión nocturna.

3.  El mecanismo que determina su irregular pulsación, el cual causa un incremente sólo aparente en la luz de la superficie, está ahora bien documentado debido a observaciones instrumentales. La inflación no se debe a la expansión de las esferas en sí mismas sino a la repentina aparición de muchas esferas más pequeñas que se unen todas juntas alrededor de un común baricentro y que se multiplican y “reproducen” ellas mismas en un muy corto período de tiempo siguiendo un modo que es muy similar a la multiplicación de células. Debido a esta conducta, un estudio en profundidad se sugiere al presente a fin de verificar la posible evidencia de una “forma de vida del plasma” (Tsytovich y otros, 2007). La observada multiplicación de esferas secundarias forma un “grupo de luz” y determina un incremento intenso de luminosidad que está causada por el incremento del área de emisión total de la superficie……..Esto significa que el fenómeno luminoso se comporta (por lo menos en el momento de las mediciones) isotérmicamente, con ninguna  expansión adiabática como mecanismo de enfriamiento. Esto es confirmado tanto por la información fotométrica, en la cual la luminosidad crece linearmente con el área de la superficie, y por la información espectroscópica, donde las principales características espectrales observadas permanecen incambiadas cuando la luminosidad varía. El núcleo de tal agrupamiento de esferas parece estar animado por fuerzas aparentemente electrostáticas, las cuales determinan los movimientos totalmente erráticos en torno al núcleo o sus repentinas apariciones y desapariciones cuyo origen puede deberse a una suerte de “fuerza central” capaz de atrapar a las “esferas danzantes” (Teodorani, 2008) o a un mecanismo electroquímico externo mediado por vapor de agua y aerosoles que es capaz de confinarlas desde fuera (Teodorani, 2004a, 2008; Turner, 2003).

Ocasionalmente algunos de estos agrupamientos de luces son capaces de eyectar algunas de las esferas secundarias siguiendo una especie de casi “movimiento instantáneo”.  Esta conducta sugiere un tipo de cinemática conducida por electro-estática y que todos los componentes del complejo de luces son esferas de plasma cuyo calor es mantenido en forma constante por una fuerza que evita que el gas calentado se enfríe: las fases “sin luminosidad” se sospecha sean uno de los principales modos de auto-regulación que impide que estas esferas liberen su energía explosivamente cuando la temperatura es demasiado alta dentro de un volumen de confinamiento demasiado pequeño. Sin embargo el comportamiento de cúmulos se puede observar solamente cuando esos fenómenos luminosos son observados con un lente de aumento (zoom) o con un telescopio, o cuando la distancia de ellos es muy corta.  Cuando se observan a simple vista esos fenómenos de luces parecen simplemente como esferas únicas ocasionalmente “inflándose”, pero luego de una observación más cuidadosa muestran que están compuestas de muchas esferas secundarias cuya aparición y desaparición provoca el efecto de pulsación de la luz observado. Además del caso de Hessdalen, un comportamiento similar como el descrito aquí se ha denunciado por testigos que han observado el mismo tipo de fenómeno en el caso de las luces Min-min en Australia (Strand, 1996), y las luces de Hornet y Paulding en Estados Unidos (Teodorani, 2008).

12. Muy a menudo el fenómeno luminoso presenta una imagen de radar (Strand, 1984), y registros de radar anómalos también se pueden grabar cuando un fenómeno luminoso no está a la vista (Montebugnoli y otros, 2002). Esto es muy interesante porque indirectamente puede demostrar que cuando el plasmoide es invisible está también (posiblemente) emitiendo longitudes de onda como plasma de baja energía. Esto puede ser aún más apoyado por el hecho de que  --como se ha denunciado sin duda—cuando el fenómeno está en sus fases de apagado en el rango óptico, puede ser visible usando un intensificador de imagen (Teodorani, 2008).

13. La mayoría de los fenómenos que han sido estudiados hasta ahora poseen una forma esférica, pero existen unos pocos casos en los cuales se han encontrado otras formas y en los cuales tal forma esférica cambia en algo diferente. Algunos ejemplos de tales formas anómalas se han registrado por este autor en el curso de sus expediciones científicas en Hessdalen, Noruega, en 2000, 2001 y 2002 y en los Apeninos del Norte de Italia en 2005,  y analizada por el mismo autor a partir de información procedente de Avalon Beach, Australia (Teodorani, 2004b, 2008).

14. Una correlación de tiempo con mediciones magnetométricas (Strand, 1984, 1996) y/o con mediciones VLF-ELF [Very Low Frequency-Extremely Low Frequency- n. del t.] está ocasionalmente confirmada y/o fuertemente sospechada (Teodorani, 2004a, 2008).  Posiblemente la intensidad de un campo magnético y la emisión VLF-ELF es estrictamente dependiente de la distancia al observador y/o a propiedades intrínsecas, las cuales pueden variar a lo largo del tiempo. En algunos casos la aparición del fenómeno luminoso parece estar correlacionada con la mejora de la amplitud de señales de origen ionosférico bien conocido  (Teodorani 2008).

 

 

 

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