Cuando comencé a
encarar el tema de los “platos voladores” como se les llamaba entonces, tenía
apenas 18 años de edad.
Sin embargo, era
suficientemente serio y estaba preocupado sobre este tema, pues me di cuenta
que alguien tenía algo que hacer sobre el mismo en Uruguay, porque había
algunas personas que hacían denuncias y
nadie se encargaba de verificar qué estaba pasando.
Decidí conversar esto
con mis amigos. Algunos de ellos se rieron de mí, diciéndome que estaba loco,
que eso no se podía tomar en serio.
Pero otros tomaron mi
propuesta como válida y se unieron a mí inicialmente tratando de ver qué
podíamos hacer.
Inmediatamente
–extrayendo información de artículos publicados por la revista brasilera “O Cruzeiro Internacional” a fines
de1957, me puse en contacto con
NICAP y APRO en EE.UU.; la Flying Saucer Review en Gran Bretaña; Le Courrier
Interplanetaire, en Francia; CICOANI, CBPCOANI, Dres. Olavo T. Fontes y Walter Buhler en Río de Janeiro; Dres. Flávio
A. Pereira y José Escobar Faría en San Pablo, Brasil; y CODOVNI en Buenos
Aires, Argentina.
Convocamos a una
reunión haciendo un anuncio público en una estación de radio y el 29 de Abril
de 1958, aproximadamente unas 40 personas acudieron y debatieron el tema y la
posible institución. De esa reunión, un grupo de siete personas continuó la
discusión en forma privada y decidió crear el Centro de Investigación de
Objetos Voladores Inidentificados (C.I.O.V.I.).
Tuvimos un sostenido
intercambio de correo con las instituciones e individuos nombrados previamente,
y la lista se expandió alcanzando a personas e instituciones en muchas otras
partes del mundo. La lista sería extensa –en ese entonces había aproximadamente
más de 300 instituciones privadas que trataban en tema OVNI en todo el mundo.
Recibíamos una enorme
cantidad de correspondencia. También de contactados; (George Adamsky, Daniel
Fry, Otis T. Carr, George King, etc.; de un hombre que lanzó su candidatura a
la presidencia de Estados Unidos basado en sus puntos de vista sobre los OVNIs;
de instituciones esotéricas.
Había también una
considerable cantidad de libros, pero el número uno era “Platos Voladores de
Otros Mundos” de Donald Keyhoe.
En Argentina, Brasil
y Uruguay, casi seguíamos las ideas y la forma de pensar de Keyhoe.
Esencialmente que la Tierra estaba visitada por seres extraterrestres en sus
naves espaciales. Keyhoe apeló a su relación con personas en el ámbito militar
y otras agencias oficiales para obtener y compartir información de “casos OVNI”
mayormente vistos por pilotos y otros militares.
También usó la
opinión de algunas personas importantes en aquel tiempo, para apoyar la idea de
que éramos visitados por viajeros interplanetarios.
Desde el inicio en
CIOVI, aplicamos una política al correo recibido.
Definitivamente rechazamos
los relatos de contactados –que se probó eran todos falsos— así como la
relación con grupos o personas esotéricas.
Recuerdo que pensaba que el correo
más loco siempre procedía de California, y me preguntaba si eso ocurría por el
agua que bebían, los alimentos que ingerían, o el aire que respiraban.
También éramos muy
selectivos respecto a las personas que podían unirse a nuestra tarea.
Había un período de
un año en el cual probábamos a los posibles candidatos a miembros activos del Centro,
y ellos verificarían cuán confortables se sentían con nosotros y cuánto
concordaban con nosotros en nuestra forma de investigar y estudiar las
denuncias de OVNI.
En 1981 tuve a mi
cargo el primer y único curso teórico práctico sobre investigación y estudio
del tema.
A lo largo de los
años pudimos investigar decenas de casos aplicando el método científico y la
navaja de Ockham. Pudimos explicar todos ellos. La honestidad de los testigos
fue un factor general a nuestro favor con la excepción de cuatro casos que
implicaron fotografías, todos ellos fraudulentos.
Esto fue formando
nuestra propia visión de todo el tema OVNI.
Tomamos distancia de
fantasías y enfoques míticos, y mayormente de comerciantes que notoriamente
usaron el tema OVNI como forma de vida.
No le dimos más
nuestro apoyo o usamos los argumentos tomados de NICAP, APRO, y algunas otras
organizaciones o individuos principalmente de Estados Unidos.
Es por esto que en mi
libro “Elementos de Ovnilogía – Guía
para la investigación”, Montevideo, Edicición Mano a Mano, 102 pág., 1989,
escribí en la página 16: “Universalidad:
Tratándose de un problema mundialmente considerado, corresponde estar al
tanto de todos los aportes que se desarrollan en torno al mismo….Enfoque propio:…..es necesario elaborar
un enfoque propio de la temática, el cual debe asumir un carácter preceptivo
para el desarrollo de la Ovnilogía en cada nación. No subsidiariedad: Es necesario elaborar una política de
investigación y estudio que no sea subsidiaria de intereses, conceptos,
opiniones o iniciativas extranjeras, sino que tenga un firme arraigo en los
intereses, la perspectiva y las posibilidades de cada país.”
Buscamos e
intercambiamos información con GEIPAN –la organización científica oficial en
Francia; con el Dr. J. Allen Hynek y CUFOS, con el Dr. Jacques Vallée y con
MUFON al comienzo de esa red. Con SOBEPS en Bélgica, etc.
Creamos una Red
Nacional de Corresponsales para tener todo el territorio nacional cubierto con
personas que podían hacer una primera y básica investigación de cualquier
denuncia de OVNI.
Todos los fructíferos
años de trabajo nos dieron un reconocimiento internacional como una respetada y
confiable organización. Lo mismo sucedió a nivel nacional.
Ninguna organización
alcanzó la experiencia, pericia y el conocimiento del tema, y nadie tuvo los
contactos internacionales e intercambio de información que tuvo el CIOVI.
Fuimos pioneros y
fuimos lo mejor.
Un par de otras
organizaciones emergieron en el país tratando de duplicar nuestro trabajo.
Nunca alcanzaron nuestro estatus.
Es por esto que,
durante el período militar en Uruguay, personas de esas organizaciones se
aproximaron a la Fuerza Aérea Uruguaya sugiriendo la idea de crear una
investigación oficial.
La Fuerza Aérea
Uruguaya aceptó la idea con una condición: que ese par de instituciones
desaparecieran y sus integrantes fueran los miembros civiles de la entidad
oficial llamada CRIDOVNI.
Posteriormente, la ya
creada CRIDOVNI contactó al CIOIVI preguntando si estaríamos abiertos a unirnos
a la comisión. Nuestra respuesta fue afirmativa pero seguiríamos siendo CIOVI y
nuestra relación sería de institución a institución. Esto fue aceptado.
Lamentablemente la
falta de criterio científico que dominó a la CRIDOVNI –particularmente de sus
miembros civiles—y la carencia de una correcta investigación de campo de
algunos casos determinó que CIOVI dejara la CRIDOVNI.
Hasta ahora la
CRIDOVNI no ha hecho públicos sus archivos. Nadie sabe exactamente cuántos
casos fueron sometidos a su investigación ni cuáles fueron sus conclusiones.
Desde mi punto de
vista, es una especie de fantasma estructural.
Quiero dejar en claro
que el CIOVI había tenido excelentes relaciones con la Fuerza Aérea desde casi
su comienzo, y que las cosas comenzaron a ponerse complicadas después que mi
amigo el Coronel Eduardo Aguirre dejara la presidencia de la CRIDOVNI.
Pero aún más, cuando
el CIOVI puso final a su trabajo, dos miembros del Centro –uno de ellos yo
mismo—fuimos al Comando de la Fuerza Aérea, conversamos con el Coronel José
Pérez Ordóñez, en ese momento Presidente de la CRIDOVNI y reiteramos nuestra
disposición y deseo de cooperar con la Fuerza Aérea si se nos llamaba para
hacerlo.
CIOVI puso fin a sus
actividades en Abril de 2008, luego de 50 años ininterrumpidos de trabajo
porque no había más denuncias, y el tema mismo había descendido en el interés y
la consideración del público a excepción de esas personas que querían pensar en
términos míticos o se unieron a organizaciones filo religiosas.
Estando en Estados
Unidos de América, comencé a reunir gran cantidad de información, hice contacto
con técnicos de la NASA, obtuve una correcta idea de lo que significa que algo
es clasificado y de los diferentes grados dentro de una clasificación y qué
significaba que alguien tuviese acceso a información de máximo secreto. También
aprendí acerca de proyectos negros y la forma en que son tratados en el
Congreso Federal, etc. Sobre algunas de estas cosas, había confusión o ideas
equivocadas en el exterior.
Además, pude recibir
información histórica a través del Proyecto 1947 que dirige mi amigo Jan
Aldrich.
Mi amistad personal con
el Dr. Willy Smith fue de gran valor.
Considerándolo todo,
vivir en Estados Unidos me proveyó el acceso a documentos, literatura,
contactos personales, todo lo cual finalmente me permitió escribir mi libro “OVNIs: La Agenda Secreta” que obtuvo
el Premio Internacional Zurich, fue publicado por la Fundación Anomalía,
Santander, España, 2005, 398 páginas, y posteriormente publicado en Montevideo
por Tradinco. Esta última edición tiene 423 páginas porque hay un Prefacio a
cargo de mi querido amigo el Astrofísico Dr. Massimo Teodorani y un Anexo con
material resumido y traducido al español del documento original y oficial
titulado “Unidentified Aerial Phenomena in the U.K.” [Fenómenos Aéreos No
Identificados en el Reino Unido]. El libro actualmente sólo se puede obtener en
su versión electrónica por Amazon.
Mi punto de vista
personal acerca de lo que prefiero ahora llamar Fenómenos Aéreos Inusuales
viene de toda esta experiencia y antecedentes. Es por esto que niego hasta
ahora la posibilidad de la presencia de entidades ajenas en la Tierra.
Es por esto que estoy
abierto a las posibilidades de que fenómenos naturales aún por conocerse y/o
actividades muy secretas de algunos países o compañías privadas, puedan quizás
constituir la respuesta para ese minúsculo residuo aún no explicado.
Más allá de eso, no
hay nada absolutamente extraño. Todo depende de una buena investigación y
estudio. Cuanto mejor es, más casos son explicados.
El mejor ejemplo de
esto es el magnífico trabajo realizado por el Comodoro (R) Rubén Lianza, Director
de la CEFAe (Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales) en Argentina. Puedo
decir sin hesitación que en este momento él es el mejor investigador oficial en
las Américas.
Y él ha hecho algo
que nadie hizo antes: ha creado un conciso, fuerte y racional sistema para
estudiar, analizar y concluir un caso.
Los únicos que
probablemente han hecho algo similar son los científicos del francés GEIPAN.
Pero permítaseme ser
claro: ni Hynek ni Jacques Vallé desarrollaron nunca un sistema para investigar,
evaluar y concluir una denuncia de OVNI original.
Hynek reconoció sus
limitaciones.
Vallée es magnífico
en sus especulaciones, en su negativa de extraterrestres visitando la Tierra,
pero, aparte de su complicado sistema de clasificación de casos, su principal
contribución ha sido pensar sobre la posibilidad de un multiverso, o universos
paralelos, para explicar a los OVNIs como una evasiva realidad. Es una idea
interesante, pero que no ayuda a investigar o a arribar a conclusiones válidas.
Y finalmente
concuerdo con el Comodoro Lianza: para
ser un buen UFÓlogo hay que ser un gran IFÓlogo.
El ejemplo fue dado
por Allan Hendry en su “UFO HANDBOOK” (Doubleday
& Company Inc., New York, 297 págs, 1979). Este libro debería ser leído por
todo investigador que trabaje con honestidad y quiera alcanzar y diseminar la
verdad.
Este libro tiene un
prefacio por el Dr. J. Allen Hynek.
No hay mejor forma de
poner fin a este escrito que citando algunos conceptos del Dr. Hynek. Aquí
están:
“Hace tiempo he
reconocido que hay una pregunta aún más básica que “¿Qué son los OVNIs?” O “¿De
dónde proceden?” y ella es: “¿Los contenidos de una denuncia corresponden a la
realidad objetiva? O, para decirlo más directamente, “Lo que los testigos dicen
que vieron que sucedió, ¿ocurrió de la forma en que dicen que
sucedió?......Pero también llegué a reconocer que había un residuo
relativamente pequeño de denuncias de OVNI que estaban tan bien atestiguadas y
eran tan convincentemente extrañas que las posibilidades eran abrumadoramente
grandes de que no se pudieran adscribir a un error de identificación colectivo,
un fraude, o alucinación.”
“Esta fue una
conclusión cualitativa de mi parte. Aunque reconozco la importancia de
descubrir hasta qué punto la identificación errónea, la ilusión, las emociones
y la alucinación tienen cabida en el problema OVNI. Lamentablemente fracasé en
hacer ese estudio. Alan Hendry es el primero en intentar tal evaluación”…..
“Resulta abundantemente
claro para alguien seriamente comprometido en el estudio de los OVNI que los
OVIs son un mayor problema y el obstáculo sin resolver hacia el progreso. Su
estudio y evaluación debe preceder el estudio de los OVNIs porque, como lo
demuestra Hendry, tienen la capacidad de viciar completamente la evaluación de los informes OVNI si la
metodología actual del estudio OVNI continúa. En efecto, aquí el mensaje es
claro: a menos que modifiquemos nuestra metodología y usemos en toda su
extensión lo que aprendemos de prestar mucha atención a la manera en que se
permite a los OVIs enmascararse como OVNIS por el deseo de los ignorantes e
ilusos de transformar los OVIs en OVNIS, progresaremos poco".
Proféticas palabras del
Dr. J. Allen Hynek, entonces Director del Centro para el Estudio de los OVNIs.
Milton W. Hourcade
Iowa City, Abril 8 de 2018
1 comment:
Este artículo está teniendo --apenas publicado-- una buena recepción.
Salim Sigales Montes, desde México, me escribe diciendo:
"Muy buena nota Milton,
Mil gracias y la compartí directamente de tu sitio en mis paginas de Facebook."
En Twitter, ante el anuncio de mi artículo, responde con un "like" Marcelo Brasca, desde Uruguay.
Y algo muy especial, que me llegó muy hondo. Esta nota de un muy querido amigo de muchos años, destacado colega investigador y estudioso del tema en Argentina.Me refiero al Arquitecto y Psicólogo el Dr. Roberto Enrique Banchs quien me escribió este correo:
"Querido Milton,
Me he sumergido en tu historia, que es un simil de la propia. Citar "investigadores de ovnis", grupos, libros... era todo cuanto teníamos y de cómo comenzó nuestra incursión en el asunto de los platos voladores. ¡Cuánto hemos disfrutado el sólo pensar en un cielo palpitante de vida y de visitantes interplanetarios! 🤣
Ya son otros tiempos y hemos madurado. Los pliegues de la frente y nuestras ideas.
Te mando un abrazo muy grande!,
Roberto"
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