Astrofísico de Bolonia, Italia. Miembro del UAPSG-GEFAI.
Acabo de leer el
artículo en las cartas de revisión de Física sobre el descubrimiento doblemente
confirmado hoy (Febrero 7 de 2017), que básicamente consiste de: 1) Clara
evidencia de ondas gravitacionales producidas por los rastros de agujeros
negros (“Mergers”) cuando llegan juntos entre ellos luego de haberse hecho una
espiral en sus mutuas órbitas; 2) Mayor confirmación observacional de la
existencia de agujeros negros.
Aparte de todos los
detalles técnicos de este excepcional artículo firmado por (literalmente)
cientos de físicos y astrofísicos en que se muestra en gran detalle la forma en
que se excluyó minuciosamente toda fuente de ruido instrumental como posible
causa de la señal, me encontré particularmente impactado por las cifras
extremas que aparecían:
1) El radio de la órbita del sistema binario de agujeros
negros: 350 km. Esto es: aproximadamente 430.000 veces menor que la distancia
entre la Tierra y el Sol, lo que corresponde a un período orbital, en el
momento de fundirse, del orden de 300 revoluciones por segundo, lo que
significa un valor cercano a la velocidad de la luz, llegando a un valor de más
de 9.000 mil millones de veces menos que el período orbital de la Tierra
alrededor del Sol.
2) La energía producida en el acontecimiento de
fusionarse el brillo gravitacional (Peak): más de 10 ^ 56 erg
/ SEC (o sea un 1 seguido de 56 ceros), lo que significa que este tipo de
acontecimiento es 100 mil millones de veces más poderoso que la explosión de
una supernova estándar (10 ^ 45 erg / SEC), y un millón de veces más poderoso
que los estallidos de Rayos Gamma (o una hipernova) (10 ^ 50 erg / SEC).
3) Hay una longitud de onda calculada para la onda
gravitacional (Graviton) detectada de 10 ^ 13 km. Esto significa: diez mil trillones de kilómetros más
que las más extensas ondas de radio conocidas, las EBF (extra baja frecuencia)
y cien mil trillones más extensas que las ondas electromagnéticas en la
cuadrilla óptica.
La
señal detectada por LIGO y compañía, correspondiente a un cambio en el espacio
de una milésima del diámetro del protón, es de una magnitud, en términos
espaciales como corresponde a una onda gravitacional, infinitamente pequeña
para fenómenos tan potentes. De modo que para detectar ondas gravitacionales se
requiere de acontecimientos de un poder desproporcionado y detectores
extremadamente sensibles. El Interferómetro Laser LIGO (que no es una antena…)
en sus próximas versiones triplicará la relación señal-ruido (en esencia: la
sensibilidad) y entonces quizás pueda detectar acontecimientos de mucho menos
energía, tales como la fusión de los Estrellas de Neutrones o el colapso de una
estrella de neutrones en una estrella de quarks.
Otro
ejemplo: 1) si no hubiéramos dispuesto de una precisión de 1cm/seg. (y
actualmente de 1mm/seg.) en velocidad radial de los espectros ópticos nunca
habríamos descubierto (con el método espectroscópico gravitacional) planetas
extrasolares y esto se debe sólo y exclusivamente a la sofisticación de los
instrumentos de medición utilizados: 2) si no hubiéramos podido detectar
cambios periódicos en una parte de millón de pasajes sobre el brillo de una
estrella nunca habríamos encontrado (con el método de Tránsitos fotométricos)
Exoplanetas del tamaño de la Tierra, y esto se debe solamente al poder de
resolución espacial y al rango dinámico de las nuevas cámaras CCD.
¿Qué
significa esto en términos de dinero? Significa que: (a) que sin mediciones y
sin instrumentos no se puede hacer verdadera ciencia (prescindiendo de las
ideas geniales de los veteranos Riemann y Ricci-Curbastro que las convalidaron
teóricamente); (b) la figura del científico loco aislado hoy no vale más si se
quiere permitir la realización de (a) pero los resultados llegan solamente
luego de la coordinación de trabajo técnico de centenares de “abejas obreras”.
Pero
si no hay genios aislados (sabio que estimula a la “abeja reina”) que vigilan
desde la trinchera, este proceso nunca podría iniciarse. La ciencia está hecha de pequeñas chispas que luego se convierten en
llamas. Sin chispas nada ocurre, y sin combustible tampoco pasa nada. Para eso,
figuras como los veteranos son indispensables. Pero, por supuesto, que figuras
como esas no deben llenar de agua baldes con agujeros.
Traducción especial para UAPSG-GEFAI de Milton W. Hourcade
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